Rajoy impone una campaña sin candidato
Los dirigentes del PP, un tanto descolocados, intentan avalar la extraña estrategia de su jefe de filas
MADRID.Actualizado:Un programa electoral en busca de candidato. Mariano Rajoy, lejos de su fama de hombre previsible, tiene desorientado a su partido con su inopinada decisión de avanzar por la precampaña electoral de las elecciones europeas, que se celebrarán el 25 de mayo, sin candidato ni candidatura, pero con mítines por toda España.
Una duda del presidente del Gobierno, que barrunta si sacrificar a uno o varios de sus ministros o designar como cabeza de lista a un veterano del partido, obliga a toda la información a hilar un argumento plausible que valide la arriesgada decisión de su jefe de filas.
Lo intentan, aunque con desigual suerte. La salida más fácil es atacar al rival. Carlos Floriano, vicesecretario de Organización, amasa la teoría de que Rajoy ha cogido a Elena Valenciano, candidata del PSOE, con el pie cambiado y «se desgañita» sin tener un rival enfrente. Otros como Ramón Luis Valcárcel, presidente de Murcia y único que sabe que sí viajará a Bruselas, exponía que «si nunca lo hemos dicho antes, por qué ahora».
No todos los mandos populares respaldan el argumentario de Génova. En primer lugar, porque es la primera vez que se demora tanto una decisión de estas características. «Esto con Aznar no pasaba», acota un veterano diputado popular. Lo cierto es que Rajoy, en 2009, comunicó un 5 de enero -cuatro meses antes de las elecciones- que Jaime Mayor Oreja repetiría como número uno. También refutan que sea buena idea dejar campar a sus anchas a Valenciano en la precampaña de unas elecciones que, según las encuestas, arrojaran un resultado muy ajustado y que, de momento, dan la victoria al PSOE. Rajoy prevé hacer pública esta designación en la primera semana de abril -tiene de plazo hasta el 20-, sólo seis semanas antes de los comicios.
¿Acierta el PP con esta estrategia? ¿Marcará Rajoy tendencia y en las próximas citas con las urnas también se esconderá hasta el máximo el nombre de los elegidos? El sociólogo Narciso Michavila, presidente de GAD3, advierte de que en los países de nuestro entorno «el planteamiento es el contrario, es decir, cada vez se adelanta más el nombramiento de candidatos en parte por imitación de la política americana». Una urgencia que ve totalmente justificada si el candidato es desconocido porque, obviamente, cuanto antes sea nombrado más tiempo tendrá para darse a conocer. No obstante, apostilla que «anticiparse en el nombramiento tiene el riesgo de que el adversario reaccione como le sucedió a Zapatero cuando nombró en 2003 a Trinidad Jiménez para la alcaldía de Madrid». Michavila da una pista clave para intentar comprender a Rajoy. «Los gobiernos tienden a retrasar al máximo la tensión electoral para mantener la ventaja que les da el papel institucional», acota.
Desconcertar a la oposición
José María de Areilza, de la cátedra Jean Monnet-ESADE, observa también aspectos positivos en la opción del líder de los populares. «Creo que el presidente Rajoy quiere una campaña breve, centrada en asuntos europeos y no en política nacional, y es posible que lo consiga con esta estrategia de apurar los plazos». A su juicio, «la oposición está por ahora bastante desconcertada, porque la campaña no empieza de verdad hasta que se sepa quién encabeza la lista popular».
Areilza, por el contrario, no cree que este precedente marque una nueva tendencia. «Las autonómicas -expone- y municipales tienen otras lógicas a la hora de designar candidatos y en las generales está claro quién será el candidato del PP en 2015».
Otra cuestión que se discute en esta atípica precampaña es la posibilidad de que los ciudadanos encaren las europeas como un plebiscito sobre la gestión de Rajoy.
Michavila recalca que estos comicios, al no tener consecuencias directas en el nombramiento de gobernantes nacionales, son aprovechados por los votantes en todos los países para castigar al Gobierno. «Hollande o Cameron, por ejemplo, van a ser castigados en estas elecciones, Merkel no porque acaba de ser reelegida y en el caso de Rajoy no está claro qué puede pasar». Areilza cree que «es muy posible» que el PP quiera evitar este plebiscito.