La crispación por las escuchas enrarece las municipales francesas

La tormenta política en Francia en torno a las escuchas judiciales a Nicolas Sarkozy ha cobrado un grado de crispación inusitada en vísperas de las municipales de mañana y el próximo domingo, primera gran cita electoral desde el triunfo de la izquierda en las presidenciales y legislativas de 2012. Los dirigentes socialistas, con el presidente François Hollande a la cabeza, consideraron intolerable el paralelismo con la Stasi de la Alemania comunista trazado por el líder conservador, en quien perciben una deriva berlusconiana.

La equiparación con la policía política de la antigua RDA es la andanada que más ha escocido a la izquierda gobernante en el contraataque lanzado por Sarkozy mediante un artículo publicado ayer por el diario 'Le Figaro'. «Dar a pensar que nuestra República pueda no estar fundamentada en las libertades es introducir una duda sin razón de ser y toda comparación con dictaduras es forzosamente insoportable», reaccionó a botepronto Hollande desde la cumbre europea en Bruselas.

El primer ministro, Jean-Marc Ayrault, condenó una «grave falta moral», la titular de Justicia, Christiane Taubira, habló de «injuria» y su colega de Interior, Manuel Valls, censuró «palabras violentas y ultrajantes que traducen una ausencia de serenidad y de mesura». Más virulento, el ministro de Trabajo, Michel Sapin, arremetió contra los «modales de granuja» y un «golpe de Estado verbal» digno, a su juicio, de Silvio Berlusconi.

En la misma línea, el titular de Industria, Arnaud Montebourg, vio en los ataques de Sarkozy a las investigaciones de jueces y policías «una lucha berlusconiana porque hace creer a la opinión pública que es víctima de un ensañamiento cuando se trata de la aplicación de la ley». «Cuando se emprende un pulso con los magistrados como hizo Berlusconi sabemos que acabará por perder», añadió.