Gobierno, partidos e instituciones ensalzan a un «hombre de Estado»
La Reina, que recibió la noticia durante su visita a Guatemala, exclamó: «Es horrible. Lo siento mucho. Es muy triste todo»
MADRID.Actualizado:Las primeras reacciones a la noticia de que Adolfo Suárez atraviesa por sus últimas horas de vida evidenciaron la reverencia política que casi todos los sectores ideológicos españoles, de la izquierda a la derecha, tienen por la figura del primer presidente de la democracia al que, sin matices, consideran la figura clave para el éxito de la Transición.
Gobierno, Casa Real, líderes políticos, presidentes autonómicos, alcaldes o referentes de la cultura coincidieron en definirlo como «un hombre de Estado», que dedicó toda su vida al servicio público y a quien puede atribuírsele un lugar destacado en la historia de España.
No faltaron las referencias a su valentía durante el 23-F y en los años previos para oponerse a los involucionistas que perseguían el regreso a un régimen totalitario y su papel relevante en el impulso de la Constitución, la legalización de todas las opciones ideológicas y del estado de las autonomías.
Sus profundos lazos de amistad con la Casa Real, forjados en los años en que se convirtió en el gran aliado del Rey para la llegada de la democracia, se reflejaron en las palabras de la Reina, el único miembro de la Familia Real que realizó declaraciones públicas. Doña Sofía, de viaje en Guatemala para visitar varios proyectos de cooperación internacional, no pudo ocultar su dolor al conocer la noticia. «Es horrible. Lo siento mucho. Es muy triste todo», aseguró.
El presidente del Gobierno, desplazado en Bruselas para asistir al Consejo Europeo, dijo que en estos momentos difíciles prefería no entrar en más valoraciones y se limitó a señalar que Suárez -del que deseó que «ojalá pueda superar esta situación»- y su familia cuentan con el apoyo del Gobierno y de «la inmensa mayoría del pueblo español». El mensaje más político del Ejecutivo, de hecho, corrió a cargo de la número dos, la vicepresidenta. Soraya Sáenz de Santamaría indicó que «estos días nos tienen que llevar a actualizar el espíritu de concordia y diálogo, de saber construir, de mirar con generosidad hacia el futuro y darnos cuenta de que la democracia española, a la que Suárez ha contribuido de manera excepcional no solo a crear sino a fundamentar en pilares básicos, merecen un gran reconocimiento diario de trabajo». «Es lo que habría que actualizar», insistió.
Unánime
El reconocimiento al expresidente fue unánime. Su figura fue ensalzada por ministros y cargos del PP, por el PSOE e IU e, incluso, por altos responsables de CiU. Alfredo Pérez Rubalcaba señaló que los socialistas, como el resto de españoles, están «profundamente entristecidos». Su número dos, Elena Valenciano, añadió que «España le debe mucho». El líder socialista catalán, Pere Navarro, destacó que en la política española de hoy, «cuando hace falta otra transición», precisa de políticos como Suárez, «con altura de miras y que pasen por encima de los intereses de partido».
El coordinador de IU, Cayo Lara, confesó, desde la discrepancia ideológica, su reconocimiento a una persona que «llegó a presentar su dimisión para salvar la democracia y no ceder a los chantajes de volver a la dictadura por parte de algunos sectores de la sociedad española».
José Carrillo, el hijo de Santiago Carrillo, el líder del PCE con el que Suárez negoció en secreto la legalización de los comunistas, rememoró la relación de «amistad y respeto» entre ambos y no dudo en definir al expresidente como «una pieza clave en la historia de España».
Xavier Trias, alcalde de Barcelona y dirigente de CiU, afirmó que «llevó la Transición de forma modélica y todo el país debe de estarle agradecido».