El Gobierno no entregará la cabeza del director de la Guardia Civil a cambio del pacto
Rubalcaba insiste en que Fernández de Mesa «no debe seguir un minuto más» tras la tragedia de la playa de Ceuta
MADRID.Actualizado:El pacto de Estado sobre inmigración que tanto ansía el Gobierno para enfrentarse a la 'crisis de las vallas' de Ceuta y Melilla parece más lejos que nunca. El ministro del Interior dejó ayer meridianamente claro que el Ejecutivo no se plantea en modo alguno ofrecer la cabeza del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, a cambio de cerrar ese acuerdo sobre extranjería.
La oposición, con el PSOE a la cabeza tras desistir en su petición de cese del propio ministro del Interior, insiste en que es una condición indispensable para sentarse a valorar un pacto la destitución inmediata del máximo responsable del instituto armado por su gestión durante la tragedia de la playa del Tarajal, en Ceuta, el pasado 6 de febrero en la que fallecieron quince inmigrantes cuando intentaban ganar a nado las costas españolas.
Ayer, el líder de los socialistas insistió en que la salida de Fernández de Mesa es condición sine qua non. «No debe seguir un minuto más al frente de la Guardia Civil» por «lo que hizo y no hizo» en relación a los sucesos de Ceuta. Alfredo Pérez Rubalcaba explicó que su partido apoya una «política de Estado, sin duda; y política europea, por supuesto», pero dejó claro que todo pasa por el cese del director porque «sucesos y acontecimientos como acabó el asunto de Ceuta no pueden pasar sin más».
Jorge Fernández, por su parte, dijo no entender las razones de los socialistas para no cerrar el pacto, después de que su departamento haya hecho un ejercicio de «transparencia total», con la entrega de los vídeos y audios de la tragedia y todo tipo de explicaciones en el Congreso.
Esos vídeos y audios, sin embargo, han levantado todo tipo de suspicacias entre los diputados de la oposición, ya que ni se vieron las imágenes del lanzamiento de 145 pelotas de goma contra los inmigrantes que estaban en el agua ni se escucharon las grabaciones entre el centro de mandos y los agentes respectivas a las ordenes del uso de medios antidisturbios.
Fernández intentó aclarar también este punto, que se ha convertido también en las últimas horas en un escollo más para un pacto, ante las acusaciones de que Interior oculta información. Reconoció que se editaron, porque eran muchas horas, pero que lo «esencial» fue lo que se escuchó en el Congreso.