UN MAL FRECUENTE
Actualizado:La enfermedad de alzheimer es la enfermedad neurodegenerativa más frecuente. Se produce por el depósito anormal de determinadas proteínas dentro del cerebro, que da lugar a una alteración funcional de las neuronas y a la propia muerte de las mismas. La enfermedad de alzheimer suele comenzar produciendo problemas de memoria, fundamentalmente para hechos recientes. A partir de ahí, la enfermedad empieza a afectar a otras regiones del cerebro, como las relacionadas con el lenguaje, la orientación y la capacidad para decidir y organizar. A medida que la enfermedad avanza, la afectación progresiva de las capacidades cognitivas provocan una mayor dificultad de la persona para poder desarrollar tareas que previamente podía realizar sin dificultad, en lo que se denomina la fase de demencia de la enfermedad. En el último estadio del alzheimer, el paciente necesita ayuda para tareas básicas como el vestido o el aseo. Los pacientes dejan de recordar las caras conocidas, y tienen dificultades para emitir y comprender el lenguaje. Aparecen, asimismo, trastornos de la movilidad que provocan que la persona no pueda ponerse de pie o mantenerse sentado, lo que condiciona su encamamiento. En esta fase de encamamiento, común en los estadios finales de las enfermedades neurodegenerativas, aparecen las complicaciones que condicionan el fallecimiento de la persona enferma como los trastornos circulatorios o las infecciones respiratorias, urinarias o de la piel. Las infecciones respiratorias se pueden producir porque los pacientes tienen dificultades para manejar las secreciones, de manera que el moco se acaba infectando, o por la aspiración de contenido alimenticio hacia los pulmones, debido a los problemas para tragar. La evolución de la enfermedad es muy variable según los pacientes. De media, transcurren entre seis o siete años desde que los pacientes presentan los primeros síntomas y son diagnosticados hasta que finalmente se produce la muerte.