Neymar, la apuesta controvertida para el clásico
Martino parece decidido a alinear al brasileño en el Bernabéu, pese a que no ha hecho méritos en 2014, y a Messi en punta en un 4-4-2, pero el barcelonismo pide a Pedro y el técnico juega con fuego
BARCELONAActualizado:Si Gerardo 'Tata' Martino no está dando pistas falsas con hechos y palabras, el domingo en el Santiago Bernabéu el técnico argentino le dará una patada al 4-3-3, tan intocable que ha acabado por no tener ningún misterio para los rivales, tan exigente que requiere una energía física que el equipo azulgrana no puede mantener los 90 minutos. Ya sucedió ante el Manchester City en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones, pero entonces había coartada: tras el 0-2 de la ida, el sentido común invitaba a dibujar un 4-4-2 en el campo para controlar el balón y correr menos riesgos. Pero en el clásico ese argumento no sirve. Al Barça sólo le vale la victoria para mantener sus opciones a ganar la Liga. La derrota le dejaría a siete puntos del Real Madrid y el empate, a cuatro. El conjunto culé debe ser ambicioso desde el inicio para intentar acabar la jornada a un punto del merengue. Y eso no encaja demasiado con un 4-4-2.
Lo de Iniesta de 'falso extremo' tampoco es nuevo. Frank Rijkaard, Pep Guardiola y Tito Vilanova ya lo utilizaron en alguna ocasión junto a dos delanteros, con libertad de movimientos, a ratos en la banda, a veces por el centro. Pero el Tata Martino es más convencional y no disfraza nada: con él, el de Fuentealbilla es un interior como la copa de un pino, no un extremo camuflado. Y en su 4-4-2, Cesc Fàbregas no es un 'falso 9' con llegada que obligue a los delanteros a moverse por las bandas: con el técnico argentino, el de Arenys es un centrocampista de recorrido y sacrificio con órdenes de ayudar a Busquets porque Xavi ya defiende poco.
Partiendo siempre de que Martino tiene clara su apuesta por este 4-4-2 que parece ser también del gusto de la plantilla, al lado de Messi en el ataque sólo queda una plaza. Y ahí aparece el nombre de la discordia: Neymar. Nadie duda en el Barça, dentro y fuera del vestuario, que el brasileño no ha hecho méritos en los últimos meses para jugar un partido tan importante. Pedro, en gran momento de forma, se lo ha ganado. Es el preferido por la afición y también por sus compañeros. Alexis se merece más respeto por su actitud e incluso por sus goles, aunque se entendería más que fuese el sacrificado incluso en un 4-3-3 en el que sí tendrían cabida Pedro y Neymar en detrimento de un medio, posiblemente Cesc. ¿Pero Neymar? ¿Qué ha hecho Neymar en 2014 para ser titular en Madrid en un 4-4-2?
Polémica y ruptura con su novia
El brasileño se fue de vacaciones navideñas a su país en su mejor momento de la temporada, tras encadenar varios goles vitales (en el clásico de la primera vuelta en el Camp Nou, en el derbi ante el Espanyol.), sintiéndose importante. Pero ya se marchó unos días antes por una tarjeta amarilla sospechosa porque fue absurda y era la quinta. Volvió tras la Navidad con gastroenteritis, perdió ritmo y cuando reapareció se torció el tobillo. Estuvo más de un mes de baja durante el que saltó toda la polémica por las cifras de su fichaje. Debió afectarle, como la ruptura con su novia, pero no lo pareció viendo las imágenes frívolas que publicaba a diario en las redes sociales. Finalmente, ya titular otra vez, fue un cero a la izquierda en las derrotas en Anoeta y Zorrilla. Y aunque ante el City tuvo momentos brillantes, acabó silbado por el Camp Nou tras perder dos balones en zona de peligro.
El pasado domingo, ante Osasuna, Neymar sólo se movió del banquillo para calentar y volver a sentarse en lo que algunos han querido ver una humillación de Martino. Eso no es correcto porque desde el primer partido, el Tata ordena calentar en las segundas partes a todos sus jugadores en intervalos de 10 ó 15 minutos vayan a participar o no. Eso sí, por primera vez, a Neymar se le vio visiblemente afectado, enfadado, serio.
Quizás es lo que buscaba Martino: enrabietar antes del clásico a un jugador con pinta de vivir en una nube, demasiado pendiente de jugar para Messi cuando está en el césped y desconectado del todo cuando no juega. hasta el otro día. Si ha valido para que se rebele y arriesgue, si logra acercar su rendimiento al que ofrece con Brasil, se entenderá su teórica titularidad en el Bernabéu. Ese Neymar puede ser lo que le falta a Messi y al Barça para ir a por todo en este tramo final de la temporada. Pero si se cohibe como en lo que llevamos de 2014, el Tata habrá cometido un error que puede decidir una Liga.