Fagor solicita la liquidación mientras negocia con Cevital
La empresa argelina fija el día 27 como fecha tope para tener una solución sobre las marchas francesas antes de optar al rescate del resto
SAN SEBASTIÁN. Actualizado: GuardarFagor Electrodomésticos solicitó ayer en los juzgados de San Sebastián su liquidación ordenada. La petición de este paso procesal -que no indica sino el reconocimiento de la empresa de que es incapaz de alcanzar un acuerdo con sus acreedores- se limita a la matriz y las filiales Grumal, Edesa y Proiek. Cuando el magistrado encargado del caso, Pedro José Malagón, titular del Juzgado de lo Mercantil Número 1 de San Sebastián, acepte la petición -lo que, previsiblemente, sucederá a finales de esta semana- se iniciará un largo camino que permitirá la presentación de ofertas en firme por todo Fagor o, lo más probable, por sus unidades de negocio. Una puja abierta competitiva, reclamada con insistencia en las últimas semanas por el Gobierno vasco y que, en el mejor de los casos, no comenzaría hasta finales de abril o los primeros días de mayo, según fuentes conocedoras del proceso.
La liquidación tendrá varios efectos prácticos muy importantes. El primero, que los actuales administradores de Fagor serán apartados de sus funciones y la gestión corresponderá únicamente a la administración concursal. El segundo, que estos administradores (las catalanas EVE y Howarth, a las que se suma la consultora donostiarra Sayma) deberán elaborar un plan de liquidación.
Será un programa detallado y justificado que contemple qué activos del fabricante de Arrasate se ponen a la venta, cómo y en qué plazos. El objetivo de este proceso es doble: lograr dinero con el que compensar a los acreedores (a todos será imposible, pues el pasivo supera los 1.000 millones de euros) y buscar la forma de mantener el máximo de empleo posible tras la quiebra de la cooperativa. La experiencia dice que en las liquidaciones empresariales el dinero no siempre pesa más que los puestos de trabajo, con lo que la entrada en escena de otros interesados más allá de Cevital (si es que no se harta de las dilaciones judiciales en Euskadi y rompe la baraja) podría provocar un beneficioso cruce de ofertas. Algunas fuentes señalan que la catalana Cata podría ofrecer unos 400 contratos.
Fagor Irlanda, tenedora de las marcas francesas del fabricante de Arrasate, sigue otro camino muy distinto: el de la negociación acelerada con la argelina Cevital, que necesita esas enseñas para poder optar al rescate, en primera instancia, de FagorBrandt y, quizás más tarde, de las actividades viables de Fagor en Euskadi. El tiempo para la 'solución francesa' se acaba, pues el grupo africano ha fijado como límite para tener en su mano las marcas el próximo día 27. Si no lo consigue antes se retirará, convirtiendo en papel mojado el único proyecto mínimamente serio de rescate de la que fuera 'joya de la corona' del Grupo Mondragón.