El silencio de Rajoy provoca que tres posibles candidatos se descarten
Esteban González Pons y Alicia Sánchez-Camacho siguen los pasos del ministro Miguel Arias Cañete y niegan su interés por las europeas
Actualizado:Las quinielas sobre posibles candidatos a encabezar la candidatura del PP en las elecciones europeas se quedan sin favoritos. «No quiero ir», así de tajante se mostró ayer Esteban González Pons, vicesecretario de Ideas y Programas del PP, a la hora de rechazar su predisposición a ser el candidato de su formación en los comicios que se celebrarán el 25 de mayo. «Nadie me ha ofrecido nada y mi compromiso es y seguirá siendo con Cataluña», respondió Alicia Sánchez-Camacho, presidenta de los populares catalanes, ante la misma pregunta.
Ambos, con estas declaraciones, se unen a Miguel Arias Cañete, que este fin de semana también jugó al descarte. «Yo estoy muy contento donde estoy y creo que no me iré, pero es decisión de Rajoy», indicó el ministro de Agricultura el sábado pasado en Valencia.
Mariano Rajoy quiere mantener el misterio casi hasta el final del plazo. El presidente del Gobierno ha puesto la primera semana de abril como posible fecha para dar a conocer el nombre del elegido, aunque legalmente podría posponer su decisión hasta el 20 de abril. Más allá de que el único con potestad en el partido para designar a un candidato de estas características es Rajoy, los cierto es que nadie en la dirección nacional del PP acierta a explicar en público si esta dilación obedece a una estrategia ideada con antelación o, simplemente, responde a las dudas del presidente sobre si opta por un ministro, lo que le obligaría a realizar su primera crisis de Gobierno, o se decanta por un miembro de la cúpula del partido. El jefe del Ejecutivo, de momento, solo ha deslizado unas características muy genéricas del perfil de la persona encargada de abanderar a los populares en su lucha por evitar la que sería la primera gran derrota electoral desde 2009. «Será bueno, representativo del partido y al gusto de todos», explicó el líder de los populares la semana pasada. El PP se enfrenta al hecho insólito de haber puesto en marcha la precampaña de unas elecciones para las que todavía no tiene candidato. Este mismo lunes han presentado la página web específica para los comicios y han comenzado a redactar el programa, que tendrá aportaciones de las 19 comunidades y ciudades autónomas sin que el número uno de la lista haya tenido ningún tipo de intervención. Hace muchos años ya que la cúpula del PP asumió que los tiempos de Rajoy son inescrutables y que hay que seguirlos a pie juntillas. Esto no es óbice para que haya comenzado una peculiar guerra soterrada por intentar alejar el foco europeo de sus respectivos dominios entre ministros y miembros de la dirección nacional del PP. Varios miembros del Ejecutivo insisten en que sería mejor una persona del partido, más acostumbrada a las batallas electorales. Un posicionamiento que en Génova atribuyen al interés de algunos ministros por evitar una posible crisis de Gobierno.
«Nervios» en el PSOE
El PP, al menos en público, rechaza que el PSOE haya cogido ventaja en esta precampaña porque su candidata, Elena Valenciano, lleva quince días ya recorriendo España. Desde Génova se insiste en que la «radicalidad» de Valenciano está movilizando a los militantes del PP.
La número dos de Alfredo Pérez Rubalcaba achacó la falta de rival en el PP a que nadie «quiere dar la cara» por las políticas de Mariano Rajoy. Carlos Floriano, vicesecretario de Organización del PP, respondió: «A mí me conmueve el interés que tiene el PSOE porque tengamos el candidato y entiendo que estén nerviosos intentado buscar a alguien a quien insultar».
Floriano calcó la argumentación esgrimida por María Dolores de Cospedal, que el PP hará público su decisión «cuando lo tenga que hacer». Y para que no quedaran dudas, recomendó a los socialistas que «nos insulten a los que estamos, que ya vamos aviados».
El número tres del PP negó que la carencia de candidato sea un problema. Su teoría es que el PP se dirige a los españoles en los actos «diciéndoles los motivos» por los que tienen que «depositar su confianza» en el partido.
Los socialistas intentan sacar tajada de esta extraña circunstancia, ya que la formación de Mariano Rajoy es el único gran partido de Europa que resta por designar a su cabeza de cartel. Ramón Jáuregui, número dos de la candidatura socialista al Parlamento Europeo, lamentó la «desidia» de la formación que sustenta al Gobierno ante esta cita electoral «trascendental», para la que no ha anunciado «ni siquiera su candidatura, ni su cabeza de lista, ni su programa, ni prácticamente nada».