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Francisco Martínez y el ministro delegado Charki Draiss, ayer en Rabat. :: MARTA MIERA / EFE
ESPAÑA

España trata de convencer a Rabat para ampliar las expulsiones

Interior estudia si habría que modificar el acuerdo bilateral de 2012 para agilizar aún más las 'repatriaciones en caliente'

MELCHOR SÁIZ-PARDO
MADRID.Actualizado:

El Gobierno español está convencido de que si en el África subsahariana se corre la voz de que la gran mayoría de los inmigrantes sin papeles que entran de forma clandestina a través de Ceuta y Melilla son deportados de vuelta a Marruecos de manera inmediata la presión migratoria sobre las dos vallas irá disminuyendo de manera paulatina, pero inexorable.

Esta tesis es la que ayer el secretario de Estado español de Seguridad, Francisco Martínez, trató de explicar al ministro delegado del Interior de Marruecos, Charki Draiss, con quien se reunió en Rabat. Durante el encuentro ambas partes prepararon la comisión mixta hispano marroquí que tendrá lugar el próximo 26 de marzo en Tánger. Una cumbre sin precedentes porque será la primera vez que responsables de ambos países -el ministro Jorge Fernández y su homólogo Mohamed Hassad- se reúnan en virtud del acuerdo bilateral sobre «readmisión de extranjeros entrados ilegalmente», que se firmó en 1992, pero que no entró en vigor hasta 2012.

Ese es el tratado internacional que España está usando para llevar a cabo las 'expulsiones en caliente', las repatriaciones sin identificación previa ni puesta a disposición judicial de los inmigrantes que son capturados instantes después de sobrepasar los perímetros fronterizos de las dos ciudades autónomas. Interior quiere hacer ver a las autoridades de Rabat que este sistema no solo beneficia a España sino que también, a medio plazo, traerá beneficios a Marruecos, porque hará caer la presión migratoria irregular en su territorio conforme en los países limítrofes se extienda la noticia de que buena parte de los irregulares son repatriados al instante.

Según admiten fuentes diplomáticas, Marruecos, que desde un año y medio está admitiendo sin poner problemas a todos los inmigrantes que les devuelve España, comienza, sin embargo, a mostrar su cansancio por este sistema, ya que son varias decenas de miles de subsaharianos los que malviven en el norte de su territorio a la espera de entrar en España. Todos los irregulares que son 'expulsados en caliente' desde Ceuta y Melilla a los pocos días regresan a las zonas limítrofes de ambas ciudades.

«Compensaciones»

Según explicaron fuentes gubernamentales, España está dispuesta a estudiar «los criterios de una compensación de los desequilibrios financieros derivados de la readmisión de extranjeros expulsados», tal y como contempla el convenio de 2012, pero a cambio el Ejecutivo de Madrid quiere ampliar las 'expulsiones en caliente'. Los técnicos de Interior valoran si sería necesario cambiar el artículo dos de ese tratado, que establece que para que se produzca una devolución tiene que mediar antes una «solicitud de readmisión» que debe ser presentada en los diez días posteriores a la entrada ilegal y que en ella se harán constar «todos los datos disponibles relativos a la identidad, a la documentación personal eventualmente poseída por el extranjero y a las condiciones de su entrada ilegal en el territorio».