Vodafone toma impulso en la batalla por la fibra óptica tras la compra de Ono
La firma británica se hace con la operadora española de cable por 7.200 millones y gana casi 2 millones de nuevos clientes
MADRID. Actualizado: GuardarVodafone oficializó ayer la compra de Ono por 7.200 millones de euros, después del principio de acuerdo al que ambas compañías habían llegado la pasada semana. La firma británica toma así impulso en la batalla por el negocio de banda ancha (ADSL y fibraóptica), donde la supremacía de Telefónica es aún indiscutible. La multinacional que preside César Alierta ostenta el 48% del mercado, por aproximadamente el 13% de Ono y el 7% de Vodafone. Con la adquisición de la operadora española de cable, la firma británica logra de una tacada casi dos millones de nuevos clientes. En total, sumará 17,2 millones: 2,5 de telefonía fija y 14,7 de móvil, frente a los casi 25 millones de Telefónica.
Vodafone comunicó al regulador bursátil de Reino Unido que con esta operación espera lograr sinergias de costes e inversiones en capital de unos 240 millones de euros al año antes de los costes de integración, y una vez hayan pasado cuatro años desde el cierre de la compra. La adquisición, sostiene la compañía, acelera su estrategia de ofrecer servicios de comunicación unificados «en un mercado europeo altamente convergente».
Con la compra de Ono, Vodafone reducirá a la mitad los objetivos del plan de despliegue de fibra que mantiene con Orange. Una operación que preveía llegar hasta seis millones de hogares de forma conjunta en el año 2017. No obstante, el consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra, matizó que la compañía continuará con su actual previsión de despliegue: llegar a 1,5 millones de hogares en septiembre del año que viene, que se sumarán a los otros tantos de Orange. Todo ello mientras se intenta evitar duplicidades con la red de Ono.
La operadora de cable española da cobertura a 7,2 millones de hogares -lo que supone el 41% del total- en 13 de las 17 comunidades autónomas. Después de esta operación de compra, Coimbra ha asegurado que Vodafone tendrá una potencial clientela de más de 10 millones de viviendas a las que llegará la fibra óptica. Una cobertura «claramente suficiente» que satisface los objetivos del grupo, según Coimbra, quien dejó claro que «no vamos a hacer una sobreinversión en fibra».
Por su parte, el consejero delegado de la compañía, Vittorio Colao, se felicitó porque con la adquisición de Ono se crea un proveedor de comunicaciones integradas «líder en España». «La demanda de productos y servicios de comunicaciones unificadas se ha incrementado significativamente en los últimos años en España. Y esta operación, junto con nuestro programa de fibra hasta el hogar, acelerará nuestra capacidad de ofrecer las mejores ofertas integradas», añadió.
El presidente de Ono, José María Castellano, aseguró que la compra refleja «la posición atractiva» de la empresa que preside como el proveedor líder en España de banda ancha de alta velocidad, televisión de pago y comunicaciones fijas. «Como parte de Vodafone, Ono continuará aprovechando nuestras oportunidades de crecimiento y ofrecerá la calidad que los clientes esperan», manifestó.
MIgración de móviles
La fusión de ambas compañías conllevará la migración de los clientes móviles de Ono. Una operación que, según Coimbra, se llevará a cabo «tan pronto como sea posible». Ono -con más de un millón de clientes de telefonía móvil- es uno de los denominados operadores móviles virtuales (OMV), ya que no dispone de red propia. Hasta ahora, usa la que le proporciona Telefónica, con la que mantiene un contrato mayorista. «Hay que mirar y respetar los contratos. Probablemente hay que negociar y buscar el mejor momento para hacerlo. Ahora, queremos hacerlo tan pronto como sea posible», manifestó Coimbra al respecto.
La adquisición anunciada ayer no ha gustado a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que pide a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) «que revise con lupa el acuerdo para evitar una concentración en el sector que anule la competencia». La OCU cree que, con esta compra, Vodafone «se quita de enmedio uno de los competidores que más cosquillas le hacía», al tiempo que pronostica que la implantación de la fibra óptica en España «se ralentizará» tras la compra de Ono.