Un futuro lleno de interrogantes
Las pensiones o la moneda son algunas de las preocupaciones de los crimeos
Actualizado: GuardarEl diputado prorruso del Parlamento de Crimea Alexéi Cherniakov sostenía horas antes del referéndum que «entre un 77 y un 82% de los habitantes de la península votarían a favor de la integración con Rusia». Tal porcentaje no refleja la composición étnica del enclave, ya que los rusos no llegan al 70% y prácticamente todo el resto, en especial los tártaros, no aprueban la secesión.
Al mismo tiempo, Cherniakov admite que incluso entre quienes quieren pertenecer a Rusia están surgiendo interrogantes sobre el futuro de Crimea, pero él dice que no cree que vaya a haber problemas. El bloguero crimeano Alexánder Serguéyev sostiene haber tomado el pulso a la población mediante un sondeo recogido en su página web y señala que a los habitantes de la península les preocupan en concreto doce cuestiones.
¿La actual crisis conducirá a una guerra?
Dada la actual tensión reinante en la zona, este aspecto es el que más preocupa en Crimea. La presencia de un fuerte contingente de tropas rusas en la península constituye para muchos una garantía de seguridad pero, aunque la conflagración afectase nada más que a la parte continental de Ucrania, tendría indudables repercusiones para toda la zona.
¿Aumentará la criminalidad?
La llegada a Crimea en los últimos días de excombatientes de todas las guerras posibles y expresidiarios, a todas luces mercenarios al servicio de las autoproclamadas autoridades de la península, también causa inquietud. Este territorio costero llevaba décadas viviendo sin apenas sobresaltos.
¿Perjudicará al turismo lo que está pasando?
Crimea vive fundamentalmente del turismo procedente de Ucrania, Rusia y, en menor medida, de Alemania. La parte más visitada es la costa sur, Yalta, sobre todo, y Foros. El columnista ruso, Leonid Radzijovski, estima que, mientras la situación no se estabilice, «nadie irá este año a Crimea».
¿Habrá problemas con los suministros de agua, alimentos y energía?
Los abastecimientos a la península siguen llegando desde Ucrania, incluido el fluido eléctrico, pero, una vez consumada la secesión o la integración en Rusia, todo podría alterarse. Cherniakov piensa que, pase lo que pase, los productores ucranianos seguirán interesados en vender a Crimea, así como también las compañías eléctricas.
¿Cómo se pasará de la grivna al rublo?
Los tipos de cambio que se apliquen para convertir las cuentas bancarias en grivnas a cuentas en rublos o en otra moneda si Crimea pasa a ser un país independiente es también otra de las fuentes de desasosiego. Por si acaso, la gente ha empezado ya a deshacerse de la grivnas comprando euros o dólares.
¿Qué sucederá con los números de teléfono?
Los crimeanos temen perder sus números de teléfono de toda la vida, tanto los fijos como los móviles, cuando las operadoras ucranianas sean sustituidas por las rusas. Supondrá no sólo una enorme incomodidad el cambio de números sino también un gasto adicional en guías telefónicas y tarjetas de visita.
¿Cómo se efectuará el cambio de nacionalidad y pasaportes?
Este problema afectará a quienes quieran mantener la nacionalidad ucraniana y seguir viviendo en Crimea, como es el caso de los tártaros y la mayoría de los ucranianos allí residentes. Les amedrenta la idea de convertirse en extranjeros en su propia tierra. Los tártaros ya han denunciado intentos de arrebatarles el pasaporte ucraniano.
¿Qué pasará con la propiedad?
Las autoridades locales ya han anunciado que todas las propiedades pertenecientes a Ucrania en Crimea serán nacionalizadas. La ciudadanía se pregunta en qué medida eso se reflejará, por ejemplo, en los alquileres de viviendas, en sus propios patrimonios o en sus puestos de trabajo.
¿Qué pasará con la validez de los contratos?
Nadie sabe qué pasará con sus contratos de trabajo, alquiler o arrendamiento, adquisición de inmuebles o prestación de servicios. Cherniakov explica que, al tener que aplicarse la legislación rusa, «habrá que introducir cambios», pero las consecuencias pueden ser imprevisibles ya que, por ahora, se desconocen los detalles concretos de cada caso.
¿Cómo serán los trámites administrativos?
La burocracia rusa es famosa por su lentitud y corrupción. En una situación en la que habrá que hacer mucho papeleo (pasaportes, contratos, matriculación de vehículos, reconocimiento de títulos universitarios, permisos para ejercer la medicina y la abogacía, etc.) se desconoce cuánto tiempo llevarán los trámites y cuánto habrá que desembolsar para efectuarlos.
¿Qué pasará con los sueldos y las pensiones?
La aparición en Crimea de otros patronos y de otra administración arroja también dudas sobre la conservación de los puestos de trabajo y la cuantía de los salarios y las pensiones. Los autoproclamados dirigentes de la península prometen una lluvia de oro con la incorporación a la tutela de Moscú. Pero la economía rusa no atraviesa su mejor momento.
¿Las sanciones contra Rusia afectarán a Crimea?
Por mucho que la mayoría de los crimeanos contemplen a Rusia como una gran potencia y un país rico, las amenazas de sanciones internacionales han creado incertidumbre. Muchos analistas alertan sobre el alto precio en términos económicos que puede costar a Moscú la anexión de la península.
Todas estas preguntas se han tocado poco o nada durante la campaña del referéndum. La propaganda más visible ha sido la oficial, ya que, salvo los medios de comunicación tártaros, nadie ha podido defender otra postura distinta que no sea la unión con Rusia. Y esa integración se ha presentado como la verdadera panacea para Crimea.