El PSOE se olvida de Zapatero
El expresidente del Gobierno se fue a Nueva York al ver que nadie celebraría el décimo aniversario de su victoria
Actualizado:José Luis Rodríguez Zapatero pasó el décimo aniversario de su primera victoria electoral, la que devolvió al PSOE al Gobierno tras ocho años en la oposición, en Nueva York. Fue allí para participar en varias reuniones como miembro del Club de Madrid, una organización independiente formada por 96 expresidentes y exprimeros ministros de 63 países, dedicada a la promoción global de la democracia y sus valores. «Pero si se le hubiera organizado algo -aseguraba este sábado una de las personas que compartió con él proyecto y Gobierno- se habría quedado». No fue así. Ni el más mínimo amago de homenaje.
La actual ejecutiva, metida de hoz y coz en la campaña para unas elecciones europeas en las que aspira a rehabilitar las históricas siglas del partido, tan achicharradas al final de la pasada legislatura como el propio exgobernante, no consideró que fuera el momento. Y menos, aducen, teniendo en cuenta que esta misma semana tuvieron lugar los actos de conmemoración de otra efeméride a los que sí estaba atenta el conjunto de la sociedad española, la de 11-M, con aquel funeral unitario en el que, por cierto, también se dejó fuera a Zapatero y a José María Aznar.
El caso es que el modo en el que debe ser tratado públicamente el anterior secretario general del PSOE ha sido y sigue siendo objeto de controversia interna casi desde antes de la aplastante derrota del 20-N. «Visto con perspectiva, nos equivocamos -dice, casi tres años después, uno de los principales implicados en la maniobra mediante la cual Zapatero cedió el timón a Rubalcaba sin unas primarias reales de por medio-. Seguramente la derrota habría sido menor si José Luis se hubiera presentado, pero al no hacerlo contribuimos al mensaje del PP, que le hacía a él y por extensión al partido, responsable de todos los males que entonces sufría y que aún hoy arrastra el país».
El pasado viernes, 14 de marzo, sólo unos pocos le dedicaron públicamente un recuerdo, entre ellos, Carme Chacón. Sin demasiada alharaca. «Hace 10 años. Hoy que se degrada la democracia, las mujeres perdemos libertades, suprimen derechos, privatizan servicios... Gracias Zapatero», escribió en su cuenta de Twitter. Un día después, otro de los probables aspirantes a las primarias que el partido celebrarará a finales de noviembre, Pedro Sánchez, enfocaba la cuestión de otro modo: «Recuerdo el triunfo hoy hace 10 años de Zapatero no con melancolía sino con la convicción de poder volver a lograr la victoria electoral».
Orgullo
El olvido deliberado de Alfredo Pérez Rubalcaba y su equipo ha sido afeado por los sectores más cercanos a la exministra de Defensa. El que fuera titular de Justicia en la primera legislatura de Zapatero, Juan Fernando López Aguilar -«muy enfadado», según admiten sus amigos, por haber sido relegado del primer al cuarto puesto en la candidatura europea- no dejó pasar la ocasión que le brindó el Comité Federal del sábado para levantar la voz por su exjefe y reclamar un aplauso que nadie se atrevió a negarle.
López Aguilar, como otros 'zapateristas' de pro, defienden que hay motivos para el orgullo en el legado de su paso por el Gobierno, entre otras cosas, leyes que situaron a España a la vanguardia en derechos y libertades o la mejora de las prácticas democráticas. Ahora bien, es difícil encontrar aún hoy a un socialista que saque pecho por la política económica desempeñada durante los gobiernos del político leonés. Y la economía y una de sus derivadas, el empleo, sigue siendo la principal preocupación de los españoles. Incluso los 'chaconistas' admiten que uno de los aciertos de la Conferencia Política del pasado noviembre está, de hecho, en un proyecto económico, reforma fiscal incluida, que enmienda «muchos de los errores» del pasado.
Desde su salida del Gobierno, Zapatero apenas ha participado en actos del partido. Estuvo en el homenaje a Felipe González por los 30 años de la victoria de 1982 y Susana Díaz le invitó a intervenir en el Congreso del PSOE andaluz en el que fue proclamada secretaria genral. ¿Deslealtad? En el partido hay quien sostiene que nadie debería echarle las manos a la cabeza, que también González necesitó un tiempo para ser rehabilitado ante la opinión pública. Lo cierto es que ya en 2002, Zapatero convirtió su designación oficial como candidato, coincidente con el vigésimo aniversario del histórico triunfo socialista, en un acto de reconciliación con el pasado. Es cierto que, para entonces, los socialistas llevaban ya seis años fuera de la Moncloa.