La banca se lanza a por las pymes para ganar rentabilidad
Caixabank visita a domicilio, Popular quiere crecer más del 10% y Santander está listo para competir
MADRID.Actualizado:¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? Este debate irresoluble se parece al que desde la crisis se está planteando con el crédito y la recuperación. Las empresas se quejan de que los bancos no les prestan y que eso impide que se impulse la actividad económica, mientras que el sector financiero -con el propio gobernador del Banco de España a la cabeza- puntualiza que primero tiene que haber recuperación y luego llegará el crédito.
«Somos como los fabricantes de automóviles, ellos quieren vender coches y nosotros créditos, pero los dos queremos cobrar», señalan desde uno de los bancos más activos en la concesión de préstamos. El crecimiento de la morosidad ha llevado la tasa a niveles históricos nunca antes conocidos, lo que sumado al aumento de la exigencia de solvencia y las pruebas de resistencia a las que van a ser sometidas las entidades europeas, ha hecho que los bancos se lo piensen mucho antes de conceder un crédito. Tanto como, a su vez, lo medita también quien va a pedir un crédito.
Tras la etapa de la burbuja -inmobiliaria y crediticia- previa a la crisis, las empresas y las familias se han volcado en los últimos años en reducir su endeudamiento, lo que en el argot financiero se llama 'desapalancarse'. De tal manera que el endeudamiento empresarial total (incluyendo créditos, emisiones de deuda y préstamos del exterior) ha bajado desde su pico de 1,32 billones de euros alcanzado en abril de 2009 hasta los 1,07 billones registrados en enero de este año.
Más significativa ha sido la reducción del saldo crediticio de los bancos españoles a las empresas. Del billón largo de euros que las entidades financieras tenían prestado a las empresas en 2008 (1.016.948 millones de euros) se ha bajado a 713.773 millones en el tercer trimestre de 2013 (últimos datos oficiales del Banco de España). Es decir, el recorte ha sido del 30% del Producto Interior Bruto (PIB). Aunque en ello ha influido el trasvase de préstamos tóxicos a la Sareb (el banco 'malo'), que en realidad no han desaparecido del pasivo de las empresas, aunque sí del balance de los bancos que han recibido ayudas públicas.
Pero tanta restricción de crédito ha asfixiado a las empresas y ha dejado temblando los márgenes de la banca. Así que ahora se han juntado el hambre con las ganas de comer y las entidades se han lanzado a intentar ganar clientes entre las pequeñas y medianas empresas (pymes) para ganar rentabilidad y mejorar resultados; en suma, hacer negocio. A los bancos les beneficia en su valoración como sociedad cotizada de cara a los analistas, y al mercado porque las pymes son el segmento de clientes que aporta más rentabilidad.
«El margen está en las empresas», señalan los financieros. Por cada crédito concedido a una pyme, la entidad financiera puede lograr una media de entre cinco y diez productos más, vinculados a la empresa. Los bancos ven cómo se van amortizando los créditos solventes que habían concedido en años anteriores porque las compañías se desapalancan, mientras que la mora no deja de crecer y no hay nuevos créditos. «Es un desastre sin paliativos», reconocen desde el sector.
Los más productivos
No hay más que ver el negocio ordinario de la banca para darse cuenta de que, en la actualidad, son más rentables los que más volcados están en las empresas. El Banco Popular, cuyo negocio se concentra en el segmento empresarial, tiene un margen de explotación sobre activos totales medios de 1,27, el doble que Bankia o Caixabank, dedicadas tradicionalmente a hipotecas, y un tercio más elevado que el de Santander en su negocio en España (ver cuadro).
Si, además, se eliminan los resultados de operaciones financieras -sobre todo, compraventa de deuda pública gracias al dinero barato del BCE- y nos quedamos con el núcleo de la actividad bancaria, los mejores ratios son para el Popular, de nuevo, Bankinter y Santander.
Eso sí, lanzados al ruedo de captar clientes, cada entidad tiene su estilo. El Banco Santander se prepara para competir en este segmento tras las dos ofensivas ya lanzadas para captar clientes en hipotecas y en financiación para la compra de automóviles -una rama del negocio que le ha sido extraordinariamente rentable en Estados Unidos, donde antes se deja de pagar la casa que el coche-. En los últimos meses, su presidente, Emilio Botín, ha visitado las oficinas territoriales con la consigna de que hay que ser más activos en crédito y poner el foco tanto en los sectores más dinámicos como en las pymes. Su objetivo para este año es aumentar el saldo crediticio, lo que supone dar nuevos préstamos en un volumen que supere la suma de los concedidos el año pasado y el desapalancamiento que se produzca.
Es, por ahora, el único banco que se ha comprometido a incrementar el saldo total. Al cierre de 2013 tenía 166.000 millones en créditos en España -un 8,8% menos que en 2012-, de los cuales 83.000 millones fueron a empresas y, dentro de ellos, casi 36.000 millones a pymes y empresarios individuales. En Líneas ICO aumentó un 52% el importe distribuido, hasta 2.171 millones
Por su parte, el BBVA tiene en marcha una campaña publicitaria sobre el apoyo financiero a la empresa. El año pasado, concedió 1.743 millones de euros en 24.257 operaciones ICO, un 21% más que en 2012.
El líder en concesión de créditos ICO es el Banco Popular, con 3.085 millones de euros y una cuota del 22,2% en este segmento. Destina el 42% de sus préstamos a pequeñas y medianas empresas. El año pasado, prestó más de 6.900 millones de euros a pymes, autónomos y emprendedores, un segmento que aumentó en casi 92.000 clientes en 2013 hasta superar el millón. Su objetivo para este año es incrementar más del 10% el dinero prestado a pymes.
Mahoma y la montaña
Por su parte, Caixabank ha optado por hacer visitas a domicilio para ganar clientes. Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma irá a la montaña. La estrategia de la entidad se puso en marcha a finales de febrero y consiste en que sean sus empleados los que acudan a los domicilios de las empresas con el objetivo de lograr 200.000 nuevos clientes.
En cuanto a Banco Sabadell, su presidente, Josep Oliú, anunció que aumentarían un 20% su volumen de créditos a empresas, aunque el saldo total a final de año bajará un 2% por la amortización de hipotecas. A finales de febrero lanzó la campaña 'Creer', en la que se compromete a contestar en un plazo de siete días laborables a cualquier empresario que solicite un crédito.
La nacionalizada Bankia incluyó desde el primer momento en su plan estratégico 2013-2015 la concesión de crédito: 50.000 millones en tres años. El ejercicio pasado otorgó 14.903 millones, aunque aquí se incluyen todo tipo de préstamos a particulares y empresas y se trata de una entidad muy volcada al particular. Hasta febrero ha prestado 2.000 millones de euros de nueva financiación a empresas y familias, un 26% más que en igual periodo de 2013.
Por último, el escenario de ofertas financieras se cierra con Bankinter, que se dirige a medianas y grandes empresas y su objetivo pasa por incrementar los créditos concedidos en 5.000 millones en tres años.