Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
MUNDO

La brecha generacional divide Crimea

Los más jóvenes miran hacia la Unión Europea, mientras los mayores añoran el pasado soviético de la penísula

M. AYESTARAN
SINFERÓPOL.Actualizado:

Los partidarios de que Crimea siga vinculada a Ucrania casi han desaparecido de las calles de Simferópol. Hay que rebuscar cada mañana en la plaza Tarás Shevchenko, escritor y héroe nacional del siglo XIX, donde sólo un puñado de valientes con banderas azules y amarillas, rodeados de agentes de policía para evitar incidentes, mantienen vivo el espíritu de Kiev.

Con 38 años, el pastor protestante Rusla Zuyev es uno de los rostros veteranos en esta concentración que persigue «mantener la integridad nacional». «Aquí está la Crimea joven, los mayores votarán por unirse a Rusia por pura nostalgia al pasado soviético, a un sistema que garantizaba pensiones. pero se equivocan porque aquello ya no tiene nada de comunista», dice.

Una encuesta elaborada por la página web de la universidad esta misma semana sitúa en un 54% el apoyo de los estudiantes a la unión a la Federación Rusa, lo que muestra la división interna en las aulas. Simferópol contaba con 17.000 universitarios antes del estallido del fervor separatista, ahora muchos alumnos que venían de la parte continental del país han hecho las maletas y han vuelto a sus casas ante la incertidumbre del futuro de las carreras cuando la universidad se incorpore al sistema ruso.

En la Facultad de Filología Ucraniana Margarita Konasina, Anastasia Kochegapova y Natalia Voronsova están «muy enfadadas» con la situación. «He llegado al extremo de dejar a mi novio, Iván, porque es marinero del Ejército de Ucrania en Sebastopol y cuando llegue el cambio tendrá que servir a Moscú», señala Anastasia, para quien «Crimea es sólo el primer paso antes de extender la ocupación a Jersón y todo el sur del país». Esta joven luce unos pendientes de corazones con la bandera nacional, que se quita «por miedo si tengo que andar por la calle, también tengo miedo de ir a los mítines en contra de la desanexión». Las nuevas autoridades ya han adelantado que una de las primeras medidas será la designación del ruso y el tártaro crimeano como lenguas oficiales, en lugar del ucraniano.

En la facultad de Ciencias Políticas se puede encontrar a estudiantes como Kiril Stankevic que se define como «prorruso, pero más por sentimiento contrario al actual Gobierno de Kiev, que por amor a Moscú». Kiril no piensa votar y tampoco va a manifestaciones porque «todo está decidido, esto es sólo un montaje».