Costa alimenta el sueño del Atlético

Con sufrimiento, Courtois aturdido tras recibir un rodillazo involuntario de Córdoba en la cabeza, sin el balón y pertrechado en su campo para defender el valioso gol de Diego Costa, el Atlético derrotó a un correoso Espanyol y sigue enganchado a la pelea por la Liga cuatro días después de haber superado al Milan en el camino hacia cuartos de la 'Champions'. Los rojiblancos volvieron a padecer ante un rival que acabó con su condición de invicto en la primera vuelta y les complicó la existencia en el fortín del Calderón.

Sabedor de que este Atlético pelea por cada centímetro del campo, presiona la salida del rival y es rapidísimo, el 'Vasco' Aguirre aleccionó a sus jugadores para no arrugarse, ser intensos, estar concentrados y manejar los detalles. El mexicano planteó un duelo que exigía picar piedra. Con decir que Stuani cometió cinco faltas en media hora, está casi todo dicho de la fuerza con la que salieron los 'pericos' en defensa. Así ganaron en Cornellà y así querían cercenar las esperanzas de los rojiblancos en el Calderón, donde hasta la fecha no ha ganado nadie, salvo el Madrid en el trámite de la vuelta de semifinales en la Copa del Rey.

Simeone tenía que refrescar a su grupo después de una semana marcada por el duelo continental. Enorme desgaste físico y mental del equipo que animaba a realizar esos cambios en el once tipo que al 'Cholo' no le suelen agradar. Tiago volvía tras cinco semanas lesionado y daba aire a Mario Suárez, Villa reforzaba el ataque porque es más ofensivo que Raúl García, Sosa permitía el descanso de Koke y era el hombre llamado a ejecutar las acciones de estrategia, y Alderweireld reemplazaba al sancionado Miranda en el eje de la zaga.

El Atlético dominó pero no supo hincarle el diente al duro Espanyol en el primer tiempo. Reclamaron los locales un penalti por derribo de Fuentes a Diego Costa y rondaron el gol en un testarazo de Villa que desvió Kiko Casilla. Sobre todo por la izquierda, donde Filipe Luis asomaba una y otra vez, los rojiblancos se acercaban al área de los catalanes, que también tuvieron una clara. Sergio García lanzó a la media vuelta y Courtois hizo una gran parada tras rozar Alderweireld. Pizzi se quejó de un pisotón de Sosa que sólo el argentino sabe si fue voluntario.

Recién iniciada la segunda parte, el 'Cholo' acertó al recurrir a Koke. Más toque, pausa, inteligencia táctica y automatismos que Sosa. Y el Espanyol dio un paso adelante porque Aguirre sabía que quizá los rivales no podrían aguantar un ritmo frenético. Es cierto que los colchoneros bajaron algo el ritmo pero con la excepción de un Diego Costa descomunal en sus desmarques y arrancadas. Así llegó el gol, tras un gran pase de Villa. Y pudo venir la sentencia en una acción en la que Kiko Casilla desequilibró lo justo al brasileño. Siguió la jugada, lanzó alto y Simeone le riñó por no tirarse.

A partir de ahí, los de Aguirre se adueñaron del balón, del centro del campo y del dominio. Máxima emoción, sobre todo a raíz de que el colombiano Córdoba chocase con Courtois en una acción que en primera instancia parecía hasta penalti. El belga siguió en el campo pero parecía mareado, sobre todo al ver que desvió con la cara un tiro de David López flojo pero muy cruzado que se le pasó entre las manos. Simeone pedía a sus jugadores más posesión, pero su Atlético no sabe jugar a eso aunque mejoró con la incorporación de Diego Riba.