Piñera devuelve la presidencia de Chile a Michelle Bachelet

A pesar de sus esfuerzos por hacer un gobierno moderado, sensible a las demandas sociales, el presidente centroderechista Sebastián Piñera se apresura a devolver el poder en Chile a la socialista Michelle Bachelet. La médico, que fue presidenta entre 2006 y 2010 al frente de una coalición de centroizquierda, vuelve hoy a tomar las riendas del Ejecutivo decidida a afrontar el mayor reto desde el final de la dictadura pinochetista; acabar con la enorme desigualdad mediante una ambiciosa reforma tributaria y un cambio radical en la política educativa.

Piñera, un exempresario multimillonario, había sido en 2010 el primer derechista en asumir el desafío de la presidencia desde el ocaso del régimen de Pinochet en 1990. Sus metas apuntaron al crecimiento de la economía y el empleo, aunque también aprobó beneficios sociales para los sectores más vulnerables. Con todo, será recordado por haber liderado el rescate de los 33 mineros atrapados en el socavón de Atacama. Al final de su mandato entrega una economía debilitada, con un crecimiento por debajo de las expectativas y una tasa de desempleo en aumento. Según un informe elaborado por la Fundación Ciudadano Inteligente, Piñera sólo cumplió el 30% de sus promesas de campaña. Frente a un desempeño mediocre, acentuado por las disputas internas en la coalición derechista, su candidata, Evelyn Matthei, sufrió una derrota contundente en la segunda vuelta de las presidenciales frente a Bachelet.

La candidata socialista, que viene de ser directora de ONU Mujeres, ganó a fuerza de insistir en la necesidad de cambios estructurales que reduzcan la desigualdad. Su programa, según dijo ella misma, «encara decididamente las desigualdades que persisten». Para ello, presentó un conjunto de compromisos presupuestados en 11.000 millones de euros.