La hipótesis del atentado planea sobre el avión desaparecido
Taiwán reconoce que recibió un aviso de ataque terrorista en China, mientras las acciones de Malaysia Airlines se hunden
SHANGHÁI. Actualizado: GuardarPasan los días y el misterio continúa. El medio centenar de barcos y las dos docenas de aviones que peinan el Golfo de Tailandia no han encontrado todavía ni un solo rastro del Boeing 777-200ER de Malaysia Airlines que desapareció la madrugada del sábado. Y lo peor es que cada vez que el Ejército de Vietnam anuncia el avistamiento de posibles restos, las autoridades de Malasia no tardan más de unas horas en desmentir que pertenezcan al vuelo MH370 que despegó de Kuala Lumpur con 239 personas a bordo. Nunca llegó a Pekín y cada vez son más los que creen que quizá nunca se sepa lo que pasó.
En cualquier caso, las noticias que cada día llegan con cuentagotas hacen que cobre más fuerza la hipótesis del atentado terrorista: primero fue la súbita desaparición del radar sin señal alguna de SOS, luego se dio a conocer que hasta cuatro de los pasajeros podrían viajar con pasaportes que no les correspondían -los dos confirmados compraron sus billetes en Tailandia a través de un iraní-, y ayer se supo que Taiwán recibió el día 4 un aviso de posibles atentados contra la red de metro o el aeropuerto internacional de Pekín.
Según informó el jefe de los servicios de Inteligencia de la isla, Tsai De-sheng, la alarma llegó a través de una oficina de China Airlines, a la que llamó un hombre, que habló francés primero y mandarín con acento cantonés cuando se dio cuenta de que el teleoperador no le entendía, para dar el aviso. La aerolínea envió inmediatamente la información a las autoridades y éstas la pusieron en conocimiento de Pekín, donde estos días se celebra la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional, en tensión por la masacre que presuntos terroristas uigures causaron en Kunming el día 1. Tsai considera que no se ha encontrado ninguna relación entre esa llamada y la desaparición del Boeing cuatro días después.
Pacto de silencio
De todas formas, la psicosis suscitada por la falta de información sobre lo sucedido a bordo del MH370 -algunos familiares de pasajeros insultaron y lanzaron botellas de agua a políticos chinos y personal de la aerolínea- ha provocado que cualquier incidente aéreo sea motivo de crisis nerviosa en China. Se confirmó ayer cuando un avión de Juneyao Airlines que cubría el puente aéreo entre Shanghái y Pekín fue obligado, por razones técnicas, a tomar tierra en Jinan, a medio camino. Tampoco parece que haya relación alguna entre ambos hechos, pero las sospechas sobre una posible ocultación de información, que hipotéticamente habrían pactado los gobiernos de China y de Malasia, corre como la pólvora en las redes sociales. Incluso este corresponsal recibió ayer tres correos electrónicos no identificados en los que se acusa a esos dirigentes de ocultar pruebas que confirmarían un atentado. De momento, el director de la Autoridad de Aviación Civil de Malasia, Azharuddin Abdul Rahman, calificó ayer la historia del MH370 como «un misterio sin precedentes en la aviación».
Pero no es cierto. Existen casos en los que las investigaciones tardaron años en dar resultados y otros en los que ni siquiera llegaron a una conclusión. Un buen ejemplo es el vuelo 990 de Egyptair, que en 1990 siguió un patrón muy similar al de Malaysia Airlines: despegó de Nueva York sin problemas, ascendió a la altura de crucero y despareció sobre el Atlántico sin haber dado señal de alarma alguna. Todavía hoy se desconocen las causas. Más reciente es el caso del vuelo 447 de Air France que, en 2009, también cruzaba el charco. Una vez más, todo era normal entre Río de Janeiro y París, pero después de unas turbulencias «habituales» el aparato se precipitó contra el agua. Tres años más tarde la investigación culpó del suceso a una sucesión de fallos técnicos y humanos, una información a la que se pudo acceder tras recuperar las cajas negras. El trabajo para llegar hasta ellas supuso un desembolso de 18 millones de euros. ¿Será capaz Malaysia Airlines de hacer frente a esos gastos?
Se trata de una compañía de prestigio, sí, pero está sumida en una profunda crisis económica provocada, en gran parte, por el auge de aerolíneas 'low cost' como su archirrival Air Asia, y pierde cientos de millones de euros al año. De hecho, el daño económico por la pérdida del MH370 ya es más que evidente: ayer el valor en bolsa de sus acciones moderó su caída hasta un 4%, nada menos que 50 millones de dólares (36 millones de euros), después de haberse desplomado un 20%. Sin duda, a la aerolínea, que ayer ofreció 31.000 yuanes (3.690 euros) a los familiares de los pasajeros para hacer frente a los gastos iniciales, le debe de interesar que el misterio se resuelva cuanto antes.