SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Peligrosos tesoros

El mal tiempo de estos días ha desenterrado sólo en Reino Unido 244 bombas

MADRID Actualizado: Guardar
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Gran parte de nuestra historia ha estado bajo nuestros pies, o lo sigue estando. Objetos de todas las clases, restos humanos o auténticas edificaciones ancestrales yacen sepultadas bajo tierra, y en muchas ocasiones pueden llegar a suponer un peligro. El temporal de viento y lluvia que ha azotado Europa ha dejado al descubierto en las playas del Reino Unido auténticas ‘joyas de la corona’ del movimiento militar de la Segunda Guerra Mundial.

Artefactos de todas las clases y de toda índole han sido detectados, repartidos por toda la geografía costera del país isleño, clasificando material tanto inglés como extranjero de dicha época bélica. Un equipo de desactivación británico ha tenido que trabajar en estos hallazgos que duplican la cantidad encontrada por estas fechas en años anteriores, ya que con cierta asiduidad se encuentran explosivos de este estilo. Sin embargo, el número suele ser mucho más reducido y varía en función de la época del año.

Sin necesidad de cruzar el canal y sin salir del país, en la localidad valenciana de Sagunto, se halló no hace mucho un proyectil en el puerto que data sobre esas fechas, encontrado por los pescadores y miembros del puerto del pueblo, cuando las fuertes rachas de viento y la fuerza del mar lo habían extraido del fondo. La operación solo se quedó en la retirada del material y en el cuidado del mismo, pero no se emplearon esfuerzos ni operativos de investigación para descubrir su procedencia e historia, ya que este tipo de situaciones es algo relativamente común en el litoral mediterráneo y europeo, exceptuando casos como el británico.

Dentro de todos esos explosivos recuperados en tierras del Reino Unido, se encuentran un gran número de procedencia alemana, y la gran mayoría de estos han sido clasificados de altísima calidad, ya que normalmente se suelen encontrase inactivas, mientras que gran parte de estas han tenido que detonarse de forma controlada para eliminarlas con seguridad, debido a que aun se encontraban en funcionamiento y podían explotar.

Pero no todo es un peligro. La cantidad de material enterrado o perdido de la Segunda Guerra Mundial es incontable, y día a día, prácticamente, se redescubren nuevos hallazgos. Un ejemplo, es el empeño de Tran Van Tiep, un vietnamita que lleva desde 1957 buscando más de 4.000 toneladas de oro ocultas en la provincia de Binh Tuan, a 1.500 kilómetros de Hanoi. Cada año renueva su permiso para excavar en una montaña de la zona en la que además del oro, hay enterradas joyas que se calcula, podrían tener un valor de 200.000 millones de dólares. Y como este caso, hay que sumarle otros como el de las obras de arte perdidas y la cultura destruida, las cuales hay que volver a encontrar entre los escombros de los tristes escenarios de este trágico hecho.

En definitiva, el valor 'material' y 'no material' perdido es incontable, pero no cesar en el empeño de recuperarlo será siempre signo y símbolo de no querer olvidar el pasado y su tragedia, para así aprender a recordar con conciencia la historia sobre la que caminamos y las huellas que no queremos volver a dejar en la humanidad.