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Economia

España activa la operación retorno a la cúpula de la UE

La presidencia del Eurogrupo, que podría recaer en manos de Luis De Guindos, es el objetivo más realista y asequible a corto plazo Rajoy exhibe músculo en Bruselas para pedir que el país recupere peso económico

ADOLFO LORENTE CORRESPONSAL
BRUSELAS.Actualizado:

No es lo mismo mandar que ser mandado, y España conoce a la perfección cuál es la línea que separa ambos lados. La UE, por orden del selecto club de la triple A -liderado por Berlín-, castigó de forma severa al país dejándolo fuera de la cúpula económica. Lo hizo sin admitirlo, con una sonrisa y una palmada de ánimo, pero lo hizo. Por la vía de los hechos consumados, como más duele.

Perdió su histórico asiento en la cúpula del BCE, y se quedó sin la dirección del Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede) y la presidencia del Eurogrupo, a las que se postuló. Todo ocurrió en cuestión de días. Corría 2012, el maldito año del rescate. Hubo castigo, como reconocen ahora fuentes comunitarias, pero una vez superado el trance del rescate financiero, el Gobierno de Rajoy reclama recuperar su asiento del trono.

Son varias las bazas en juego, aunque la presidencia del consejo de ministros de Finanzas de la moneda única (Eurogrupo), que podría recaer en manos del ministro Luis de Guindos, es la opción más realista y asequible a corto plazo. No es una cuestión de semanas, ni quizá de meses -en teoría, no sería antes de julio de 2015- pero las maniobras tácticas al más alto nivel político y diplomático hace tiempo que comenzaron. El río anda bastante revuelto a su paso por Bruselas y Rajoy, experto en moverse en este tipo de extrañas situaciones -digo sin decir, hago sin hacer...- ha echado la caña para pescar un par de buenas piezas que blandir de cara a las generales de 2015.

No será fácil, pero la 'operación retorno' es factible. Las elecciones europeas de finales de mayo provocarán un baile de candidatos al tener que renovarse la Comisión Europea en bloque -presidente y 28 comisarios- y la propia Eurocámara. Además, coinciden con la finalización del mandato del presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, o del Mede, dirigido por el alemán Klaus Regling, que en su día se impuso a la candidata española, Belén Romana.

Rajoy, sabedor del sustancial peso que el PP español tiene dentro del PP europeo -la batalla con los socialistas está muy reñida- va a vender caro su apoyo y a exigir que España tenga el papel que le corresponde por ser la cuarta economía de la zona euro, solo por detrás de Alemania, Francia e Italia. Holanda y Bélgica, quinta y sexta, gozan de importantes cargos pese a que España tiene más PIB que ambas economías juntas. «Debemos aspirar a todo», aseguró recientemente el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

Dos son los flancos inmediatos. El primero, hacerse con una vicepresidencia y una cartera de peso dentro del nuevo Ejecutivo. Dos son las principales: Asuntos Económicos y Competencia, y en alguna de las dos siempre ha habido presencia española en la última década, sobre todo con la figura de Joaquín Almunia. Tampoco sería plato de mal gusto Mercado Interior o Industria, pilar de la nueva Europa. Sea cual sea la vacante, un nombre tiene todas las papeletas para cubrirla: Miguel Arias Cañete, el actual ministro de Agricultura.

Pero si España pretende pujar fuerte por algo es por la presidencia permanente del Eurogrupo, puesto que aún no está creado y del que comenzará a hablarse «tras las elecciones». Dijsselbloem acaba mandato en julio de 2015 y no tiene intención de dejarlo. Si no lo hace, los tempos podrían solaparse y Guindos podría ver cómo el puesto es para España, pero quizá no para él, ya que podría haber otro color político en Moncloa.