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FÚTBOL

El Madrid refuerza su liderato

Impuso desde el principio un alto ritmo de juego que destruyó el muro construido por el Levante

IGNACIO TYLKO
MADRIDActualizado:

Frente a la lentitud de un Barça decadente, el Madrid ofrece una imagen de equipo hambriento de triunfos. Es cierto que se ha empleado con el mínimo esfuerzo en numerosos partidos, pero ante el correoso Levante salió en plan campeón, dispuesto a dar a la Liga un golpe quizá definitivo. Seguramente la mayor parte de sus jugadores tenían inoculado el ‘virus FIFA’, que provoca cierta desidia después del éxodo masivo de internacionales por medio mundo, pero precisamente por eso entendieron que lo mejor era arrancar a toda mecha, abrir el partido cuanto antes y poder dosificar después.

Carlo Ancelotti, experto y extraordinario cocinero antes que fraile, conoce los códigos del fútbol al detalle y, hasta la fecha, muestra más aciertos que errores en el lustroso banquillo merengue. Salvo a Pepe, afectado por una gastroenteritis que ya le hizo ser baja con Portugal, puso a lo mejor que tiene, si es que puede considerarse que a día de hoy Bale aporta más que Jesé. Sería una osadía ventajista defender ahora que el grancanario es mejor futbolista que el galés, pero no es ariesgado afirmar que se encuentra en mejor forma y participa más del juego.

Tras un calentamiento marcado por unos gestos de dolor de Benzema y el abrazo entre Ramos y Caparrós, quienes se profesan mutua admiración desde que el camero creció como futbolista en brazos del utrerano, el duelo comenzó en una dirección. Los levantinistas cerraron filas con las líneas muy juntas en su campo y la defensa de cuatro adelantada, y los madrileños percutieron por los costados, por el centro, por bajo y por alto. Ante un rival con el ‘culo pelao’, que diría Luis Aragonés, y algún jugador como Juanfran curtido en hasta seis equipos, el Madrid se empleó con ritmo e intensidad. Enorme implicación de todos sus jugadores para la presión alta y el robo del balón al rival para frenar cualquier contragolpe.

Keylor Navas, un felino bajo palos aunque en los balones colgados aún debe seguir progresando adecuadamente, salvó con una estirada soberbia una volea de Cristiano, que volvía a una cita liguera en el Bernabéu después de más de un mes fuera. Los blancos forzaron varios saques de esquina gracias a su empuje y mostraron que a balón parado también son letales. Di María la acomodó y Cristiano se elevó con un salto prodigioso, se suspendió en el aire y cabeceó hacia abajo. Un gran gol, el 24º del ‘pichichi’ provisional, que encarriló el triunfo. No cambiaron las trazas hasta el descanso. El Levante no inquietó a Diego López, aunque Caparrós reclamó tímidamente un penalti por entender que el portero lucense arrolló a Pedro López, pero es meritorio que aguantase esa resultado tan exiguo. Keylor le salvó un mano a mano a Di María y sacó una mano prodigiosa para lograr desviar un cabezazo de Ramos que acabó contra el poste.

El Levante adelantó sus líneas tras la reanudación. Era un plan perfectamente diseñado pero lo hizo trizas Marcelo con su primer gol de la temporada. Le asistió Cristiano, hizo una finta preciosa y la cruzó con la derecha. El duelo estaba decidido con otro gol precioso. Ramos forzó esa quinta amarilla que ya buscó antes del derbi y ahora le permitirá llegar limpio al clásico, y pudo jugarse la segunda por un empujón estúpido a Barral sin balón. Después llegó la entrada por detrás de David Navarro a Cristiano que le costó la roja. Muy exagerada. Teatralizó el luso, el árbitro cayó en la trampa y Caparrós montó en cólera. Se encaró incluso con aficionados situados detrás de su banquillo. Asumía la primera derrota del Levante, forjado a su imagen y semejanza, después de nueve partidos.

Susto de Carvajal

Ya con los deberes completados, Ancelotti entendió que era el momento de reservar a Varane, titular con Francia ante Holanda y capaz de encadenar dos partidos seguidos por vez primera de su lesión, y luego a Modric y Benzema. Ni Isco, comparado en la previa por Carletto con Seedorf, ni Jesé, marcaron esta vez. Autogol casi cómico de Nikos, balones a los postes de Keylor y lesión final de Carvajal. Cayó fulminado sin nadie alrededor y se tocó en la zona del aductor. Según las primeras impresiones médicas, parece sólo un pinzamiento en la cadera y no será una baja prolongada que se sume a la de Arbeloa en el lateral derecho. El Madrid funciona como un gran colectivo que refuerza su liderato con tres puntos de ventaja sobre el Atlético y cuatro respecto al Barça, a sólo dos semanas del clásico