El Papa acuerda con Ratzinger que salga de su retiro

Benedicto XVI, el Papa emérito, va a salir más, va a ver gente y a partir de ahora participará más activamente en actos públicos de la Iglesia católica. Lo ha revelado tal cual el Papa Francisco en una nueva entrevista, la tercera desde su elección, publicada ayer en el 'Corriere della Sera'. Es un giro que actualiza y revisa una situación inédita, la convivencia de dos pontífices, que hasta ahora estaba planteada en otros términos, como un retiro absoluto de Ratzinger, «escondido del mundo», según anunció el día de su renuncia, el 28 de febrero de 2013.

Esto dice ahora Francisco: «El Papa emérito no es una estatua en un museo, es una institución. No estábamos acostumbrados. Hace 60 o 70 años el obispo emérito no existía, vino después del Concilio. Hoy es una institución. Lo mismo tiene que pasar con el Papa emérito. Benedicto es el primero y quizá habrá más. No lo sabemos. Él es discreto, humilde, no quiere molestar. Hemos hablado y hemos decidido juntos que sería mejor que viera gente, saliera y participara en la vida de la Iglesia».

En la conversación, Bergoglio también aborda su popularidad con precaución. «No me gustan las interpretaciones ideológicas, una cierta mitología de Papa Francisco», comenta, poniendo como ejemplo la falsa leyenda de que sale por las noches a dar limosna a los pobres. «Retratar el Papa como una especie de supermán, una especie de estrella, me parece ofensivo. El Papa es un hombre que ríe, llora, duerme tranquilo y tiene amigos como todos, una persona normal», concluye.