YA ES HORA DE MADURAR

Diez partidos, diez finales. Cinco en Carranza, cinco fuera. Quince puntos en casa, quince a domicilio. A bote pronto, con unos veinte se supone que el Cádiz conseguirá el salvoconducto para jugar la fase de ascenso a Segunda por la vía más complicada. Tres eliminatorias, muchas, demasiadas como para conseguir la proeza. No obstante, si este Cádiz es capaz de llegar a los ‘play off’ con su parroquia entregada quien sabe lo que puede ocurrir. Carranza es mucho Carranza. Y con un público volcado, cualquier rival, por poderoso que sea, sufrirá lo que es el ambiente de un estadio gaditano en ebullición.

Queda mucho, un mundo, pero hasta el más pesimista de los cadistas sonríe de solo pensar en el ambiente que puede respirarse en Carranza de alcanzarse esos ‘play off’. Ya nadie recuerda el fracaso que supone verse fuera de la lucha por el primer puesto. Ya nadie incluso osa recordar lo triste que es estar luchando a cara de perro por la cuarta plaza, la última y única aspiración de un equipo hecho para liderar el grupo IVpero que a estas horas tiene a sus fieles rezando y con el mazo dando. Porque así es el cadismo. Ni pide, ni exige una vez pasada la tormenta. Tras criticar, se centra en arrimar el hombro y empujar a los suyos a conseguir esa cuarta plaza que da opciones a soñar. Pero para conseguirla, además de ganar sus cinco partidos en Carranza, hay que sumar otros cinco fuera del barrio de La Laguna. Y es ahí donde va a estar la clave para alcanzar el ‘play off’. Almería B, Balona, Granada B, Cartagena y Cacereño en la última jornada son los rivales que tocará visitar de aquí al final de Liga. Cinco campos donde los de Agné deben hacer lo posible e imposible por alcanzar entre cinco y siete puntos. Sin su hinchada, sin su estadio, está claro que este Cádiz sufre como un párvulo fuera de casa. Pero ya es hora de hacerse mayor. Ya es hora de madurar.