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Mariano Rajoy y Juan Manuel Moreno escuchan el himno de Andalucía durante la clausura del Congreso Regional del Partido Popular. :: J. M. VIDAL / EFE
ESPAÑA

Rajoy garantiza a Moreno su apoyo directo tras el frío respaldo de Cospedal

«El reto está en mantener la unidad y la fortaleza del partido; todos te vamos a ayudar, yo el primero», promete el presidente del PP al barón andaluz

CECILIA CUERDO
SEVILLA.Actualizado:

El presidente del Gobierno Mariano Rajoy trató ayer de zanjar de una vez la crisis interna abierta en el seno del PP a raíz del convulso proceso de sucesión en Andalucía. Unas heridas que niegan en público pero que quedaron en evidencia el día anterior con el frío recibimiento demostrado por la secretaria general Dolores de Cospedal en la apertura del congreso que ha elegido a Juan Manuel Moreno Bonilla como presidente del PP-A. El líder del partido llamó a cerrar filas para mantener el partido unido y poder alcanzar por fin, «con la ayuda de todos» en la Junta de Andalucía. El mensaje de Rajoy no pudo ser más explícito. Especialmente cuando el día anterior su secretaria general no dejó de mandar mensajes cifrados al nuevo presidente andaluz para recordarle las tensiones y las dificultades del camino, y el escaso apoyo que parece dispuesta a prestarle tras fracasar su opción para suceder a Juan Ignacio Zoido al frente de la formación y poder hacerse así con el control de Andalucía. «Está en tus manos este cambio», le espetó De Cospedal al todavía secretario de Estado de Salud antes de abandonar apresuradamente el congreso. «Todos te vamos a ayudar, yo el primero», sentenció sin embargo el líder del partido.

Instantes antes de entrar al Palacio de Congresos de Sevilla, Rajoy negó que se hubieran cerrado heridas porque «nunca las hubo», pese a que su secretaria general y su futuro líder andaluz tardaron una semana en hablarse y a que Moreno no mencionó ayer en ningún momento a Cospedal cuando sí tuvo palabras para la plana mayor de la formación, presente en Sevilla junto a dos presidentes autonómicos, la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáez de Santamaría y su jefe de gabinete de Moncloa, Jorge Moragas. Ya en su discurso, el jefe del Ejecutivo minimizó cualquier tensión y agradeció a los dirigentes del PP andaluz «haber resuelto el reto como lo habéis hecho».

«El partido ha estado a la altura de las circunstancias», aseguró, satisfecho porque consideró que se trata del mejor mensaje que se puede lanzar a la ciudadanía: «un partido que sabe resolver bien lo que es su gobernanza interna es un partido que puede ocuparse de lo que es de todo».

En el cierre de filas el presidente del PP tuvo palabras expresas el candidato que estuvo a punto de ser y no fue, José Luis Sanz, la apuesta del propio Zoido y de Cospedal, al que calificó como «un bastión en esta etapa de transición» tras la marcha de Javier Arenas. El ya exsecretario general del PP-A no pudo ocultar su incomodidad mientras Rajoy le aseguraba que «aquí seguiremos todos y todos seguiremos aportando lo mejor que podamos».

'Dedo divino'

A Moreno -su opción final, respaldado ayer por la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáez de Santamaría-, el jefe de Gabinete le marcó las prioridades para los próximos años. «El reto es llegar a la presidencia de la Junta y sumar a todos», dijo. Eso implica mantener los resultados obtenidos hasta ahora, con el triunfo en las tres últimas convocatorias electorales y el importante aparato institucional, con cinco diputaciones, ocho capitales de provincia y la mayoría de las grandes ciudades y pueblos de mediano tamaño. «Lo deseabas intensamente, tú lo has querido y lo has logrado.», aseveró para negar cualquier tesis de un candidato elegido por el 'dedo divino'.

Tras las referencias orgánicas, el presidente del Ejecutivo aprovechó la segunda parte de su intervención para hacer balance de la mitad de la legislatura. Rajoy aseguró que «la foto fija hoy, en marzo de 2014, aún tiene turbulencias, es verdad, pero el grueso de la tormenta ha pasado y la desconfianza se ha ido». «Por primera vez en mucho tiempo los españoles podemos mirar al futuro como un lugar mejor, más optimista», insistió.

Como ya argumentó en el pasado Debate sobre el estado de la Nación, inistió en que los esfuerzos han servido para cambiar la tendencia y retomar la senda de la recuperación y el crecimiento. Algo que la oposición no lo reconoczce, dijo, debido a sus «anteojeras» y « prejuicios ideológicos trasnochados».