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Fútbol

Una Italia nueva a la estela de España

Prandelli intenta consolidar un estilo dominante que cuida el balón en la selección 'azzurra'

JAVIER BRAGADO
MADRIDActualizado:

El fútbol en Italia sólo se entiende a través de Vittorio Pozzo. El turinés lideró los primeros campeonatos del mundo de la selección 'azzurra' (1934 y 1938) y al mismo tiempo estableció los principios que han regido el 'calcio' hasta la actualidad. Desde el banquillo y después desde las páginas de los diarios el entrenador y periodista inculcó el espíritu de triunfo como única vara de medir y desde entonces los transalpinos han juzgado a la 'Nazionale' únicamente con los parámetros de Pozzo sin importar las herramientas utilizadas.

La escuadra conquistó su último Mundial en 2006 con la misma apuesta por el coraje, la defensa, el contragolpe y la efectividad y en la Eurocopa de 2008 Roberto Donadoni dirigió a Italia hasta perder en semifinales contra España. Pero en el Mundial de 2010 ni siquiera Marcelo Lippi logró que el veterano equipo superara la primera fase. Aquel fracaso en Sudáfrica cambió el modo de pensar de los italianos al tiempo que triunfó el método de Vicente del Bosque. Entonces, desde la federación transalpina se miró al nuevo modelo de éxito, el de toque, la posesión y la apuesta por la calidad de los futbolistas. Ante las ofertas se decantaron por Cesare Prandelli, quien había sido nombrado entrenador del año en la Serie A por confeccionar un nuevo estilo vistoso y triunfador con la Fiorentina.

El perfil de la selección italiana ha evolucionado al gusto del técnico lombardo. Ha renovado el panteón de veteranos ilustres por el de jóvenes con menor glamour, ha sustituido la táctica del 'tridente' único en ataque por el de un esquema solidario con dos delanteros y dos carrileros para provocar la superioridad en ataque y defensa. Se ha olvidado del balón largo y el refugio en la legendaria defensa para intentar dominar el juego y ordenar con el balón gracias a las características de la nueva hornada de jugadores. Además, ha tratado de cambiar las tácticas marrulleras por el 'juego limpio'.

España, bella y bestia

La transición de Prandelli hacia el modelo español ha resultado efectiva salvo contra su seductor maestro. En 2012 alcanzó la final de la Eurocopa pero sufrió una goleada (3-0) contra 'La Roja' y en la Copa Confederaciones de 2013 perdió en los penaltis contra su nuevo patrón. 'La Roja' es el nuevo canon, aunque también el obstáculo a superar. «Hemos tenido enfrentamientos fuertes, como en el primer partido de la Eurocopa, los dos de la Copa Confederaciones, agónicos con prórroga incluida, y la final de la Eurocopa, posiblemente uno de nuestros mejores partidos de los últimos años ante una Italia mermada», recuerda el seleccionador español, Vicente del Bosque.

No obstante, gracias a su presencia en las finales y una fase de clasificación del Mundial sin ninguna derrota, el técnico italiano ha ganado crédito para cincelar el cuerpo de su equipo sin recibir críticas de los fanáticos de los resultados. Ahora, Prandelli avista Brasil como el nuevo reto. Hasta el momento ha empleado 66 jugadores diferentes y ha dejado clara su apuesta por encima de los nombres hasta el punto de dejar fuera de la convocatoria a Daniele de Rossi por motivos disciplinarios, ya que el titular de la Roma rebasó la exigida tolerancia del preparador cuando el sábado propinó un puñetazo a un jugador del Inter.

Contra España, las pruebas se multiplicarán por la ausencia del lesionado Mario Balotelli, hasta ahora pilar indispensable de su ataque. De los veteranos solo aguantan Buffon y Pirlo, cimientos de una plantilla base con cada vez menos 'treintañeros'. Entre las buenas noticias para el técnico destaca el regreso Verrati, quien siete meses después de su última convocatoria volverá a prestar su técnica al centro del campo italiano. El amistoso servirá para comprobar la fuerza de la nueva 'Nazionale' en su ciclo de enfrentamientos contra grandes selecciones. En 2013 empató contra Países Bajos (1-1) y Brasil (2-2), pero perdió ante la 'Canarinha' (4-2), España (en los penaltis, tras 0-0) y Argentina (1-2). Hasta ahora, el único que ha criticado públicamente al seleccionador ha sido Antonio Conte, técnico de la Juventus -equipo base de la selección italiana- y ha sido por considerar prematura la convocatoria de Chiellini, recientemente recuperado de una lesión. «Esperaba al menos una llamada de Prandelli para preguntarme cómo estaba. Este tipo de comportamiento no es muy educado. Le damos muchos jugadores al equipo nacional y esto que han hecho no creo que sea justo», aseguró el entrenador de la Juventus este domingo. Pero el reproche del preparador de los 'bianconeri' es sólo una advertencia para el seleccionador porque Prandelli todavía cuenta con su reputación para construir la nueva Italia. De momento, el técnico mantendrá el nuevo discurso paralelo al España, aunque siempre tendrá a su espalda la exigencia de los resultados. Porque Italia ha empezado a paladear el estilo Prandelli, pero será difícil que olviden la filosofía de Pozzo.