Rajoy promete ayuda a Moreno para «el reto» de gobernar en la Junta
El presidente intenta cerrar las tensiones por la sucesión en Andalucía y llama a «mantener la unidad del partido y su fortaleza»
SEVILLA.Actualizado:A partir de esta mañana Juanma Moreno es el responsable máximo de todas las decisiones sobre el PP andaluz y de las expectativas de su partido puestas en él. Atrás habrá quedado el 14 congreso extraordinario que le aupó a la presidencia regional del partido que gobierna en España y en cuya clausura ayer Mariano Rajoy le dejó muy claro para qué avaló su candidatura. Su principal tarea es arrebatar al PSOE la Presidencia de la Junta y gobernar por primera vez en esta comunidad. El PSOE lleva gobernando 32 años, pero también el PP lleva los mismos años intentándolo sin éxito. «Ahora el reto es San Telmo» (sede de la Presidencia de la Junta), le dijo.
Moreno lo sabe. Se lo dijo Dolores de Cospedal el sábado, también lo recordó Javier Arenas el mismo día y ayer lo reiteró Juan Ignacio Zoido antes que Rajoy. «Te voy a decir una cosa, que no se si es buena o mala, creo que es buena, has recibido una gran herencia»: Un partido que ha sido la primera fuerza en las últimas municipales, generales y andaluzas y que gobierna en las ocho capitales y en cinco diputaciones. «Ahora hay que mejorar la cuenta de resultados, ahora el reto es San Telmo», insistió el presidente.
Juanma Moreno, que reconoció sentirse abrumado por la responsabilidad que se le viene encima, había proclamado antes su convicción de que puede gobernar. «Andalucía se merece históricamente una oportunidad, otro modelo de gestión. El PP se merece una oportunidad, y yo, humildemente, me merezco una oportunidad», apostilló.
Rajoy, que suele medir mucho sus palabras, mencionó a Arenas como artífice de las victorias que hereda Moreno, algo que no hizo ni Cospedal el sábado ni tampoco Zoido ayer. Rajoy también quiso corregir a su secretaria general ofreciéndole a Juanma Moreno lo que aquella no hizo en su fugaz y fría comparecencia el sábado en la apertura del congreso: toda la ayuda posible del Gobierno y el partido para conquistar la Junta. «Todos te vamos a ayudar y yo tengo que decir que yo el primero», dijo Rajoy dirigiéndose a Juanma Moreno.
El soslayamiento de nombres fue recíproco. Arenas tampoco mencionó a Cospedal cuando habló el sábado y Moreno eludió nombrar a la secretaria general, que tardó una semana en felicitarle, en su discurso de ayer pese a su larga lista de agradecimientos. Una muestra evidente de las tensiones que deja este congreso.
Calmar las tensiones
Nunca lo dirán en público, pero en privado muchos dirigentes del PP responsabilizan a Rajoy de que la sucesión de Juan Ignacio Zoido derivara en un malestar interno que el congreso de este fin de semana no ha solventado pese al cierre de filas por disciplina escenificado en el respaldo del 98,5% de los casi 1.500 compromisarios al liderazgo de Juama Moreno. No solo ha quedado desautorizada Cospedal por apostar por José Luis Sanz, líder del PP sevillano, donde fue su presidente varios años, sino que este ha sufrido una humillación innecesaria en opinión de algunos por la tardanza de Rajoy en tomar una decisión.
Sevilla ha sido la gran perdedora no solo por bascular el poder hacia Málaga en la persona de Juanma Moreno, sino por significarse en la nueva dirección a Elías Bendodo, uno de los barones críticos con la dirección saliente. Aunque Juan Bueno, presidente del PP de Sevilla, se apresuró a decir que no hay ningún descontento en su organización provincial, otros dirigentes no piensan lo mismo.
Antes de entrar al plenario, Rajoy negó a los periodistas que hubiera que restañar ninguna herida por las tensiones en el PP andaluz. Pero en los consejos que dio a Moreno incluyó además del reto de San Telmo «mantener la unidad del partido y su fortaleza, sumar a todos, a más personas a este proyecto donde no sobra nadie y donde hacen falta muchos».
Rajoy insistió en que el PP andaluz «es un partido que sabe resolver bien su propia gobernanza interna» para poder ocuparse «de lo que es de todos». Añadió que el PP-A ha demostrado «estar a la altura de las circunstancias y eso es muy reconfortante y supone el mejor mensaje que se puede mandar al conjunto de la sociedad».
Además de al contenido de los discursos, en este congreso había que estar atentos a los gestos y miradas de los protagonistas. «Has sido un bastión en esta difícil etapa de transición. Aquí seguimos todos y todos seguiremos aportando lo mejor que podamos aportar a este partido como tú has hecho siempre». Estas palabras de Rajoy iban dirigidas a José Luis Sanz, a quien las cámaras enfocaron en primera fila con un rictus desabrido pese a su fama de impasible.
El presidente ofreció una interpretación propia sobre el por qué de su apuesta por Moreno Bonilla. «La deseabas intensamente (la presidencia del PP andaluz) y eso ya es algo muy importante. Tú lo has querido». El nuevo líder andaluz ha reiterado varias veces que uno de sus sueños era dirigir el PP andaluz y otro ser presidente de Andalucía, objetivos a los que dice que se va a dedicar con «ilusión» y «pasión».
A la clausura asistieron los ministros Soraya Sáenz de Santamaría, Ana Mato y José Manuel Soria; y los presidentes de Extremadura, José Antonio Monago, y de Murcia, Ramón Luis Valcálcer. Los ministros andaluces forman parte de la dirección regional del partido.