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Fotografía de paparazzi que forma parte de la exposición. Mick Jagger y Arnold Schwarzenegger, acosados por los reporteros gráficos. :: COLECCIÓN PIGOZZI
Sociedad

Mazarine se venga de los paparazzi

La hija de Mitterrand carga contra el fotógrafo que descubrió su existencia, el mismo que reveló la identidad de la amante de Hollande

FERNANDO ITURRIBARRÍA CORRESPONSAL
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Rata, violador e indigno. Mazarine Pingeot arremete contra el fotógrafo que reveló en 1994 que era la hija secreta de François Mitterrand. Veinte años después se sirve en frío el plato de la venganza con el pretexto de que es el mismo paparazzo de las fotos robadas de François Hollande y Julie Gayet en la calle del Circo. Sébastien Valiela, fotomatón de presidentes socialistas en el Elíseo, es una de las figuras de la exposición 'Paparazzi. Fotógrafos, estrellas y artistas', inaugurada ayer en la sucursal del Centro Pompidou en Metz (este de Francia).

La muestra de 600 imágenes captadas por los antihéroes fellinianos de 'La Dolce Vita' ha colmado el vaso de la paciencia de Mazarine. «Estamos en una inversión de valores muy inquietante, como si eso pudiera ser arte», se queja la niña de los ojos de Mitterrand. La estampa de aquella chica de 19 años junto a su enfermo padre de 77 que sorprendió a Francia cuelga de las paredes del museo junto a otras instantáneas históricas como el desnudo de Jackie Kennedy en la isla griega de Scorpios o la intimidad al descubierto de Britney Spears al apearse de una limusina. La exclusiva de 'Paris Match' fue captada con teleobjetivo en el otoño de París y la del patriarca socialista a la salida de un restaurante en la explanada de los Inválidos. En realidad el autor fue Pierre Suu, escondido en el suelo entre las piernas de Valiela con un enorme objetivo de 500 mm para burlar la atención de una quincena de escoltas. «Fue más fácil hacer las de Hollande pues estaba mal protegido», confiesa el autor del reportaje fotográfico de 'Closer', que también operó en tándem, esta vez con su colega Lorenzo Viers, uno a escondidas en la calle y el otro en una ventana del edificio de enfrente.

«No veo por qué se debería conocer toda la vida privada de François Hollande so pretexto de que es presidente en vez de dejarlo en paz», comenta la hoy escritora y crítica literaria. «Es innoble y una violación que me parece insoportable», añade antes de poner en el punto de mira el mal rollo del fotógrafo. «Está orgulloso de hacer daño y de esconderse durante horas como una rata», fustiga.

Valiela ha respondido al ataque con una versión a contraluz. «Mazarine Pingeot tiene la memoria corta. Seis meses después posó en la portada de 'Paris Match'. ¿Quién hacía las fotos? Otra vez Pierre Suu y yo. Fue ella la que nos dio su primera cita. Cuando le oigo decir que fue una violación, me digo que tal vez tenga un síndrome de Estocolmo y le gusten sus verdugos».

Mazarine le ha replicado con otro negativo. «Los paparazzi me esperaban abajo de casa. Yo no salía, era objeto de acoso», recuerda. «Un día uno de los paparazzi me explicó que tenían bastantes fotos para publicar pero eran atroces y comprometedoras. Me aconsejó posar para ellos. Fui ingenua y caí en una trampa», se justifica.