Félix Millet. / Efe
'caso palau'

Millet se rompe hoy el fémur y no acude a declarar

La Audiencia de Barcelona envía a un médico forense para comprobar el estado del exresponsable del Palau de la Música

BARCELONA Actualizado: Guardar
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El juicio del caso del hotel del Palau, una pieza separada del gran macroproceso del Palau de la Música, ha empezado de manera accidentada. Félix Millet, principal acusado, para quien el fiscal pide diez años de cárcel, no ha acudido esta mañana a declarar en el segundo día del juicio porque se ha roto el fémur, lo que ha levantado muchas suspicacias en el juzgado de Barcelona. La juez del caso ha enviado un médico forense a casa del expresidente del Palau para que ceritifique el estado de salud del saqueador confeso del Palau de la Música.

El abogado de Millet ha relatado esta mañana que su cliente se ha levantado sobre las seis de la mañana para ir al baño y según ha contado, se ha caído en su habitación y se ha roto el fémur. Millet, de 78 años y que ayer, en el primer día de juicio mostró un estado físico muy deteriorado, podría ser operado a lo largo del día en el hospital de Granollers, donde está ingresado.

Lo que está por ver es si la juez decide suspender el juicio, ya que el principal acusado no puede acudir a declarar. El letrado de Millet ha reclamado continuar con el juicio sin la presencia de su defendido bajo el compromiso de no pedir la nulidad. Millet podría ratificar la declaración que hizo durante la instrucción.

Ayer arrancó en la Audiencia de Barcelona el primer juicio contra Fèlix Millet y Jordi Montull, pero en este caso no por el saqueo de una treintena de millones del Palau de la Música, sino por el proyecto de construir un hotel junto a la institución cultural. Una denuncia por la modificación del plan general metropolitano, que permitía la construcción de un hotel cerca del Palau, acabó convertida en querella, que imputó a Millet y Montull, al arquitecto y tres responsables de urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona.

El juicio trata de ver si en el caso hubo tráfico de influencias, si se cometieron falsedades en documentos públicos, si Millet y Montull se embolsaron 900.000 euros y causaron una pérdida patrimonial a la Generalitat y si servidores públicos dictaron resoluciones a sabiendas de que eran injustas.