Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
análisis | debate sobre el estado de la nación

Y Rubalcaba picó el anzuelo

Espeso y menos brillante que otras veces, cargado de datos y siempre en lo peor, el líder del PSOE cayó en la trampa de un cuerpo a cuerpo con Rajoy en lo económico

FÉLIX MADERO
Actualizado:

Entre titular y titular en una ensalada pasada de vinagre, el líder del PSOE cayó en la trampa. Si algo deseaba Rajoy era un cuerpo a cuerpo en lo económico, no solo porque algunos datos le acompañan, es que además maneja el mejor arma posible: el BOE. Antes de otras consideraciones una pregunta: ¿Cuánto tiempo ha dedicado Rubalcaba a preparar este debate? No es el mejor Rubalcaba posible, no. Nervioso, deshilvanado, pendiente solo de la cara de Rajoy, saltando de un tema a otro sin terminar ninguno. Nervioso e inseguro, tanto que se trajo al Congreso a Gregor Mendel y sus leyes a propósito de un artículo que Rajoy escribió en 1983 en el que hablaba sobre la prevalencia de los hijos de buena estirpe. Nervioso y exagerado: “Las mujeres saben que se acabó la fiesta de la emancipación”.

Espeso y menos brillante que otras veces, cargado de datos y siempre en lo peor. El catastrofismo lleva a la tristeza cuando no a la ruina política. Aunque las cosas estuvieran tan mal como Rubalcaba asegura la gente no quiere que se las repitan. Se trata de un discurso que no pueden comprar a aquellos a los que va dirigido y tienen la perentoria necesidad de creer y esperar algo. Los jóvenes, los parados, los pensionistas, los universitarios, las mujeres que no quieren la impresentable ley del aborto de Gallardón, las familias que buscan crédito y los autónomos necesitan algo más que un España va mal e ira a peor. ¿Será que el discurso no era para este debate y sí para el que tiene sobre su liderazgo? Quizá se ha visto obligado a cambiar su guion urgido por una sola idea: las elecciones del 25 de mayo dirán si ha sido su último Debate sobre el estado de la Nación.

La herencia del zapaterismo le pesa como una losa y no permite a Rubalcaba ser efectista y brillante. ¿Cómo se le habrá quedado el cuero cuando le ha dicho Rajoy que en lo tocante a mentiras no puede competir con él? A un arranque como el de “¿señor Rajoy pero en qué país vive usted?”, el presidente le recordó el que vivíamos cuando fue vicepresidente. Un país que ni los suyos quieren recordar. Hasta las concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla con las que se hieren los inmigrantes las puso el PSOE. Así es imposible ganar un debate. Y menos si se tiene la cabeza fuera del hemiciclo. Con una docena de titulares no se va a ningún sitio. O sí, justo a ese al que Rubalcaba no desea ir.