La oposición gobernará la capital de Ecuador

Rafael Correa canceló viajes al extranjero para volcarse en la campaña electoral de Ecuador. Se quedó afónico intentando convencer a los más de 11 millones de electores de que respaldaran a su movimiento, Alianza País, en las regionales y municipales del domingo. Pero el esfuerzo del presidente no dio todo el resultado anhelado. La oposición ha mantenido Guayaquil, capital económica; además, ha ganado en Quito, la capital, con una abrumadora diferencia del 20 %, y en Cuenca, la tercera ciudad del país y de las más industrializadas.

Este es un gran revés para el mandatario de izquierda, que deberá hacer equilibrios para mantener la gobernabilidad. «Quito es un importante revés para la revolución ciudadana porque tiene que ver mucho con la estabilidad (...). El problema con Quito es la gobernabilidad», reconoció Correa al admitir el triunfo del opositor Mauricio Rodas. Aunque este lo tranquilizó: «No pienso afectar la gobernabilidad del país». Por su parte Jaime Nebot, reelegido en Guayaquil, respondía al mandatario: «Jamás voy a interferir en sus funciones porque soy demócrata, no interfiera usted en las mías».