Otro centenar de inmigrantes entra en Melilla en un nuevo salto de la valla
Las cuchillas de la verja y el choque con los gendarmes marroquíes ocasionaron heridas a 44 inmigrantes y 13 agentes del país vecino
MELILLA.Actualizado:Melilla amaneció ayer una vez más con un nuevo salto de inmigrantes de la triple valla fronteriza que separa la ciudad de la provincia marroquí de Nador. Según estimaciones de la Comandancia de la Guardia Civil, un grupo de unos 500 subsaharianos llegó al perímetro fronterizo, de los que en torno a un centenar consiguió su objetivo de llegar a suelo español.
Ya en Melilla, al menos una treintena de subsaharianos ha necesitado asistencia médica en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). La mitad, según informa la delegación del Gobierno en Melilla, necesitó puntos de sutura en diversas partes del cuerpo, sobre todo manos y pies. El resto fueron atendidos por contusiones, torceduras, luxaciones y diversas dolencias musculares y estomacales. Ninguno precisó el ingreso en el centro hospitalario.
En el lado marroquí, 13 agentes requirieron asistencia sanitaria por traumatismos y contusiones. Al menos otros 14 inmigrantes ingresaron en el hospital Hassani de Nador, en su mayoría por cortes de las cuchillas que también están instaladas en la valla marroquí.
El incidente se produjo alrededor de las 7.45 horas entre las áreas conocidas como Río Nano y Rostrogordo, cerca del límite norte de la ciudad. Horas antes, este grupo de casi medio millar de subsaharianos había sido avistado por las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes cobijándose en el pinar de Mariguari, cercano al lugar del salto.
Al amanecer, los inmigrantes se lanzaron en masa hacia el vallado para sorpresa de las fuerzas auxiliares marroquíes que, según la versión de la Delegación del Gobierno, tuvieron que cobijarse en el interior del vallado y pedir auxilio a los agentes de la Guardia Civil. Una vez llegados al perímetro, el grupo de subsaharianos se dividió en dos para dificultar las labores de rechazo en frontera. Hora y media después del salto, todavía quedaban inmigrantes encaramados en lo alto de la valla interior, algunos esperando a ser desenganchados y otros con miedo a bajar por la posibilidad de poder ser expulsados 'en caliente' por la Guardia Civil.
Algo que esta vez no ha ocurrido, según han comentado las organizaciones defensoras de los derechos humanos a ambos lados de la frontera hispano-marroquí. «Desde el escandaloso incidente de Ceuta, se está actuando acorde a la legislación vigente y en cada intento de entrada se está cumpliendo con el Régimen General de Extranjería», apuntó José Palazón, presidente de la organización Prodein. Del mismo modo, aseguran que, después de la tragedia de Ceuta, las fuerzas auxiliares marroquíes se emplean con medios menos expeditivos contra los inmigrantes y haciendo un uso más comedido de la fuerza.
También el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, consideró que los hechos de la playa del Tarajal han influido, pero en un sentido contrario al señalado por las organizaciones humanitarias ya que, a su juicio, las redes criminales que trafican con seres humanos «están muy atentas a lo que está sucediendo en estos momentos en España» tras la polémica suscitada con la muerte de los 15 subsaharianos.
Expediente de expulsión
Todos los inmigrantes que sortearon el vallado fueron conducidos al centro de acogida, en donde fueron atendidos por sanitarios y se les proporcionó ropa y alimento. El CETI se encuentra, después de esta última entrada, al triple de su capacidad ya que alberga a más de 1.100 personas, cuando su capacidad óptima es de 475 internos.
Este es el segundo gran salto en una semana, después de que el pasado 17 de febrero unos 150 subsaharianos consiguieran su objetivo de llegar a la ciudad autónoma. Durante los últimos días hubo avistamientos y conatos de acercamiento al vallado de grupos de hasta 300 inmigrantes, pero que no llegaron a materializarse.
Después de recibir asistencia, todos los inmigrantes fueron trasladados a la Jefatura Superior de Policía de Melilla donde se les incoó un expediente de expulsión. La apertura de este expediente sirve de registro a los inmigrantes para poder ser acogidos en el CETI mientras se tramita su salida.
En función de los casos, algunos de ellos serán repatriados, otros gozarán de una reagrupación familiar o una acogida social en centros especializados de la Península y el resto serán trasladados a Centros de Internamientos de Extranjeros dependientes del Ministerio del Interior.