Los padres de Riofrío se movilizarán para pedir el arreglo de la cornisa
Junta y Ayuntamiento no se ponen de acuerdo sobre quien debe asumir una obra que cifran en unos 20.000 euros y que obliga a tener cerrado parte del colegio
ARCOS. Actualizado: GuardarEstán cansados de ser los que pierden en una lucha política en la que no se termina de aclarar quién tiene la responsabilidad sobre el centro. La Asociación de Madres y Padres de Alumnos del CEIP Riofrío está planteándose llevar a cabo protestas para exigir que se arregle, de forma inmediata, la caída de un trozo de techo que está sufriendo desprendimientos desde hace un mes y que «pone en riesgo la seguridad de casi 300 alumnos y toda la comunidad educativa», destacan.
El jueves se mantendrá una reunión del AMPA en la que se planteará llevar a cabo protestas y en la que el secretario de la asociación, Diego Gómez, dará a conocer todos los trámites llevados a cabo durante los últimos días. El problema para llevar a cabo un arreglo, que los técnicos han cifrado que tendrá un coste de 20.000 euros, es que el Ayuntamiento considera que lo tiene que acometer la Junta, al ser obra mayor, y la Junta que lo tiene que ejecutar el Ayuntamiento, al ser obra menor.
Gómez mantuvo ayer un encuentro con la delegada territorial de Educación, Cristina Saucedo, en la que ésta le expuso que las obras menores son competencia del Consistorio, siempre que su inversión no supere al 50% del valor catastral del edificio, que en este caso asciende a 600.000 euros. Por ello, le anunció que solicitará por carta al alcalde de Arcos, José Luis Núñez (PP), que ejecute la obra y que, además, enviará a un técnico del Ente Público Andaluz de Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE) para que emita un informe sobre la situación del centro.
Desde la Delegación Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Arcos, se insiste en que dada las características de la obra «ésta corresponde a la Junta de Andalucía, competente en materia de Educación». Los padres de los alumnos no quieren ni escuchar hablar de competencias y sólo buscan que «se lleve a cabo una obra que no requiere una inversión millonaria y que tras la obra, si quieren, que los políticos se peleen por saber de quién es la responsabilidad», declara Garrucho.
Otros problemas
Por último, el secretario del AMPA recuerda que el centro, construido en 1984, tiene otros muchos problemas de humedades, pintura y otros mantenimiento aunque recalca que «nuestra mayor urgencia es la cornisa, ya que sigue habiendo desprendimientos y hace un mes por poco alcanza uno de ellos a una profesora». De momento se ha acordonado la zona más afectada pero con una simple valla de obra, hasta el punto de que el portero del centro tiene que custodiar este espacio durante los recreos para que ningún alumno pase por la zona.