Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
defensa

Aterriza en España el féretro con el cuerpo del militar fallecido

Abel García, zafrense de 25 años, falleció en el Líbano tras volcar el blindado 'Lince' que conducía

ANTONIO ARMERO, ENVIADO ESPECIAL
MARJAYOUNActualizado:

El airbus con el que se ha trasladado a España el féretro del militar fallecido en Líbano, Abel García, de 25 años, y procedente de Zafra, ya ha aterrizado en el aeropuerto de Talavera la Real (Badajoz). Nada más aterrizar, el cadáver ha sido trasladado al Instituto Anatómico Forense, para la realización de la autopsia, y en cuanto termine de confeccionarse el informe, se instalará la capilla ardiente en la base militar de Bótoa

Era su primera misión en el extranjero y el 11 de mayo habría celebrado su 26 cumpleaños. El soldado Abel García Zambrano, nacido en Zafra, falleció ayer en el terraplén de una carretera del sur de El Líbano. A las 2.45 horas de la madrugada de ayer domingo, el joven extremeño conducía un 'Lince', el blindado más moderno del Ejército español, y le acompañaban en el vehículo cuatro militares de El Salvador.

Se dirigían a relevar a una patrulla en un 'checkpoint' (punto de control). Circulaban cerca de Gadjar, uno de los puntos calientes que más preocupa a las fuerzas que Naciones Unidas tiene en la zona, porque el pueblo está atravesado por la línea azul, la franja que delimita una zona teóricamente desmilitarizada y que en su vertiente sur separa Líbano e Israel. Esto explica que cerca de allí haya un puesto avanzado, el denominado 4.28, una base más pequeña que la Miguel de Cervantes y en la que vivía Abel desde que llegó a Líbano a mediados de noviembre. En el momento del accidente, el soldado de Zafra conducía por una carretera situada a cierta altura, una vía sin arcenes, cuando por circunstancias que está investigando la Guardia Civil, el 'Lince' se salió de la calzada, dio varias vueltas de campana y cayó por un terraplén.

Tras recibir el aviso, desde la base Miguel de Cervantes -donde vivirán hasta mediados de mayo 558 integrantes de la BRIMZ (Brigada Mecanizada) Extremadura XI, 425 de ellos extremeños- activó el dispositivo de emergencia. Un BMR (un blindado con ruedas, más pesado que el 'Lince') habilitado como UCI móvil recorrió los once kilómetros que separan este centro operativo, que es el más grande del Ejército español en el extranjero, del lugar del siniestro. En esa ambulancia militar viajaban cuatro personas, tres de ellas extremeñas. En concreto, el capitán enfermero Sergio Vázquez (37 años, de Losar de La Vera) y los soldados Antonio Villar Fernández (24, natural de Puebla de la Reina) y Manuel Díaz Maya (23, de Sagrajas). Y con ellos, una médico. Ellos fueron los primeros en atender a los ocupantes del vehículo.

El equipo sanitario intentó estabilizar a los heridos, pero sólo pudieron hacerlo con tres de ellos. Con Abel y con el soldado salvadoreño José Samuel Cabrera Aquino no fue posible. Habían muerto. Sus cadáveres fueron trasladados hasta la base Miguel de Cervantes, mientras que dos helicópteros medicalizados con base en Naquora, donde está el cuartel general de Unifil (Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano) trasladaron a los tres heridos (el subsargento Mario Ernesto Galdámez Córdova, el soldado Wílber Enrique Rivera Díaz y el cabo Carlos Antonio Aguirre Zaldaña) hasta el hospital San Jorge de Beirut, la capital libanesa, a poco más de cien kilómetros del lugar del accidente. Anoche, dos de ellos presentaban pronóstico leve, con politraumatismos, mientras que el tercero continuaba en la Unidad de Cuidados Intensivos.

La noticia de la muerte de un compañero silenció el ambiente en la base Miguel de Cervantes, que por la tarde celebró la misa funeral. Asistieron el general de división (dos estrellas) italiano Paolo Serra, que ejerce como 'Force Commander' o jefe de Unifil y que llegó en helicóptero; el general jefe de la BRIMZ Extremadura XI, Francisco José Dacoba, y Milagros Hernando Echevarría, embajadora de España en Líbano, además de representantes de alta graduación de las LAF (el Ejército libanés).

Todo el personal de la base acudió al hangar del helipuerto, donde se trasladó el altar de la capilla de la Cervantes. Allí, en una nave fría como el día, se vivieron momentos emotivos mientras sonaba primero el himno nacional español -también lo hizo el de El Salvador- y más tarde 'La muerte no es el final'.

"La paz a veces incluye el dolor", dijo el sacerdote castrense Arturo García, que ofició la eucaristía junto a su homólogo salvadoreño. Frente a ellos dos estaban los féretros con los restos de Abel y de José Samuel Cabrera Aquino. Entraron al hangar a hombros de compañeros de los cuerpos a los que pertenecía cada uno de ellos.

En el caso del soldado extremeño, la segunda compañía del primer batallón del Regimiento Saboya. Sonaron disparos en su honor al inicio de la ceremonia, y una vez terminada, dos vehículos militares trasladaron la carga que nunca imaginaron que transportarían: dos cadáveres arropados por las banderas nacionales. Hoy lunes por la mañana, a las siete y media, despegará del aeropuerto de Beirut el Airbus de las Fuerzas Armadas españolas que repatriará los dos cadáveres.