atuneros para comprar cuota
Arrancan los preparativos de la campaña con la vista puesta en los acuerdos con empresarios vascos, cántabros y del Levante
CÁDIZ. Actualizado: GuardarLas cuatro almadrabas de Cádiz han iniciado los preparativos para la nueva temporada de pesca de atún rojo y lo hacen con cierto pesar y descontento, ya que el organismo internacional que vela por esta especie decidió a finales del año pasado mantener invariable la cuota asignada. Todos esperaban que la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), reunida en diciembre en Ciudad del Cabo (Sudáfrica), abriera la mano y aumentara en 2014 el cupo de capturas tras la comprobación científica de que la especie ha mejorado y no existe peligro para ella.
En 2003 saltó la alarma. El atún estaba amenazado por la pesca indiscriminada. Los grandes atuneros, sobre todo de Italia y Francia, habían tocado casi de muerte a una especie que, en Cádiz, se pesca cada primavera de forma artesanal. Sin embargo, los datos eran evidentes y en 2006 se decidió poner puertas al mar y reducir drásticamente las capturas. Pagaron justos por pecadores. Las almadrabas de la provincia se vieron seriamente dañadas por esta decisión internacional.
La situación ha cambiado con el paso del tiempo y las medidas de control, pero las cuotas aún no son satisfactorias para los intereses de las cuatro almadrabas gaditanas: Tarifa, Conil, Barbate y Zahara. El organismo internacional decidió en 2013 aumentar para España la cuota en 93 toneladas con respecto a 2012, es decir, se pasó de 2.411 a 2.504, sin embargo, el Ministerio de Agricultura y Pesca decidió que esas toneladas de más se destinarán a cubrir necesidades en otras pesquerías del Mediterráneo y Canarias. La decisión condenó un año más a las almadrabas a contar con una cuota de 657 toneladas de pesca. Este cupo es el mismo desde 2012, año en el que se aumentó tímidamente.
Esta situación obligó a los empresarios gaditanos a comprar cuota a otros atuneros españoles con el ánimo de rentabilizar su negocio. Así, la almadraba de Barbate llegó a firmar acuerdos con atuneros vascos para comprar 300 toneladas de cuota, mientras que las tres almadrabas restantes hicieron lo propio con la compra de 190 toneladas a empresarios de la costa de Levante.
El presidente de la Organización de Productores de Almadraba, Diego Crespo, ha confirmado a LA VOZ que los preparativos de la nueva campaña ya han comenzado con la contratación del personal fijo-discontinuo para dar paso en breve al calamento. Más de 500 familias viven de este tipo de pesca, que inicia su primera 'levantá' entre finales de marzo y primeros de abril y acaba a mediados de junio con la 'leva'.
Operación a contrarreloj
Crespo ha reconocido que la decisión del ICCAT obliga este año a los empresarios gaditanos a comprar de nuevo cuota fuera. Esta operación de compraventa se lleva a contrarreloj en los despachos y ya se han concretado varios acuerdos con atuneros de la zona de Almería, el Estrecho y se persigue ahora a los patrones vascos y del Cantábrico. Todo apunta a que la compra de cuota este año por los almadraberos gaditanos será superior a la del año pasado. El propio Diego Crespo reconoce que la cuota asignada por el organismo internacional resulta «insuficiente» para las almadrabas. No hay que olvidar que el 50% de las capturas de atún rojo están colocadas de antemano en el mercado japonés. Crespo duda de que el Gobierno asigne a las almadrabas las 93 toneladas de más del fondo de maniobra que se estableció el año pasado y da por hecho que se destinarán a otras pesquerías del Mediterráneo y de Canarias.
Desde 2006, el cupo asignado ha ido menguando de manera paulatina hasta llegar a una cantidad, que según los productores, resulta ridícula para mantener con vida la industria almadrabera. La situación que vive el sector es especialmente complicada debido a los recortes impuestos desde hace siete años. Los almadraberos se han echado varias veces a la calle en defensa de esta pesca milenaria. Los alcaldes de los municipios de mayor tradición almadrabera (Tarifa, Barbate y Conil) se encargaron de mover ficha y patalear ante las administraciones para que no se dejara morir esta tradición. A finales de 2011 tuvo lugar una manifestación contra el nuevo recorte de las capturas acordado por el organismo internacional.
La decisión del ICCAT de reducir un 4,4% las capturas afectaba a todas las flotas de forma proporcional, pero de manera muy especial a las almadrabas. De hecho, el sector salvó «casi de milagro» las dos últimas campañas, tras una reducción mundial de la captura de la especie que llevó a casi el 47%. Las 657 toneladas asignadas en este momento distan mucho de las 1.600 toneladas de capturas en campañas anteriores al decreto de restricción.
Los empresarios gaditanos reprocharon el año pasado al gobierno español que el Instituto Español de Oceanografía no activara el Observatorio Científico. Según los empresarios esta medida fue fruto de los recortes. El informe favorable del Observatorio hubiera sido clave para que el organismo internacional abriera la mano.