'Selfies'
Actualizado: GuardarSi algo bueno tiene la era que vivimos con esta cadencia ramplona y brillos 'cool' es lo que simplifica las cosas. Las personas se diferenciaban entre el clero, la nobleza y el tercer estado, que venía a significar no ser nadie. Después hubo anarquistas, falangistas, carlistas, republicanos, fascistas, troskistas, leninistas y centristas, etiquetas que fueron agrupándose en dos los de izquierdas y derechas con ascendencias varias que se dirimían en conversaciones entre humo de tertulia, cuando en España aún se hablaba y se fumaba. Ahora hay dos clases de personas en el mundo: los que le hacen la foto a lo que ven y los que se hacen la foto a ellos mismos.
Unos consideran que lo interesante es lo que ocurre a su alrededor y así quieren transmitirlo a sus amigos en las redes y los otros han tomado el camino de publicarse el careto en tal o cual circunstancia, pues nada tiene importancia sin ellos. Son dos formas de estar, dos posturas vitales sin punto de encuentro, como el que cree que la Tierra gira alrededor del Sol o el que piensa que todo orbita en torno a la Tierra, o el que por fin se ha dado cuenta de que todo el universo lo mueve Soraya Sáenz de Santamaría con sus manitas carnosas, recortadas e inquietantes.
Hay 'selfies' de funeral, de despacho oval, de adolescentes perfumadas sacando así el morro como ornitorrincos en celo, fotos en la puerta de embarque y hasta hubo un tipo que se hizo una de la jeta después de caer con su avioneta al río. Mientras los francotiradores se pican cráneos con sus chasquidos en las aceras de Kiev -'bang-clic', 'bang-clic', 'bang-clic'- y las motocicletas pasan sembradas de ruido y muerte en Caracas, hay millones de tipos perfilando su cara de interesante pretensión y ese angulillo incierto, con una mano enfocando desde arriba, la mirada perdida en el infinito y los labios un punto adelantados como híbridos entre un actor de Hollywood y una lisa mojonera. No hay cosa que resulte más ridícula que imaginarlos, a excepción de los jubilados del público cuando bailan en los programas de la tarde y el pírrico arsenal del desarme de ETA cuando ayer intentó un 'selfie' con capucha.