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Imagen de archivo de una operación anterior. :: LA VOZ
EL PUERTO

Un auxiliar de farmacia y un médico, imputados por tráfico de anabolizantes

La Guardia Civil explota la 'operación Muscle', donde se ha puesto a disposición judicial a 25 personas de la provincia por retirar de forma ilegal estos medicamentos

LA VOZ
CÁDIZ.Actualizado:

La Guardia Civil de Cádiz ha procedido a la explotación de la denominada 'operación Muscle', donde se han puesto a disposición judicial a 25 personas por su presunta implicación en la retirada de forma ilegal de medicamentos cuyos principios activos estimulan el crecimiento muscular. Entre los imputados se encuentran 14 médicos, un celador de hospital, un auxiliar de farmacia, un funcionario municipal y ocho particulares.

Según explica la Benemérita, la operación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento, a través de la Inspección de Farmacia de la Delegación Territorial de Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía en Cádiz, de unas supuestas irregularidades en la retirada de un grupo de medicamentos que se prescribe para estimular el crecimiento muscular, utilizado por algunas personas para obtener de forma rápida e ilegal una mejora en el rendimiento deportivo, utilizándose incluso recetas falsificadas para su retirada.

Las investigaciones de los agentes permitieron determinar que no se trataría de una trama organizada, sino de una coincidencia en la retirada ilícita de los medicamentos, siguiendo seis líneas de investigación, dos de ellas en El Puerto, claramente diferenciadas, pero coincidentes en el tiempo y en el medicamento retirado.

La primera se centró en una Oficina de Farmacia de El Puerto, en la que se había detectado varios pedidos de este tipo de medicamentos, sin que tras la inspección de la farmacia se encontraran las recetas que justificaran la dispensación de estos medicamentos, habiéndose realizado los pedidos sin el conocimiento del titular de la misma, por parte del auxiliar de farmacia, a espaldas de la contabilidad de la farmacia y utilizando las claves secretas que conocía por su condición de empleado de la misma. Una vez obtenía los medicamentos se los suministraba a conocidos que los consumían para mejorar los resultados de musculación en gimnasio.

La segunda línea de investigación se centró en un Centro de Salud de Puerto Real, donde un médico estaba prescribiendo altas dosis de un medicamento anabolizante, a un paciente que habría sufrido una rotura del bíceps braquial hace años practicando culturismo. Varios años después de ser intervenido quirúrgicamente, convenció al médico para que le recetara este anabolizante aduciendo que había leído en Internet que era el que mejor iba para paliar las secuelas de su lesión.

La tercera línea se centró en la prescripción de estos medicamentos en otro Centro de Salud de Sanlúcar de Barrameda, en el que un médico prescribía de forma sistemática estos medicamentos a un paciente, siendo la esposa de éste quien acudía a la consulta diciendo que su marido padecía una patología urológica y que se lo había recomendado el especialista.

La cuarta línea se centró en un centro de Salud de El Puerto, en el que uno de los médicos estaba recetando estos medicamentos a varios pacientes, incluido su propio padre. Señala la Guardia Civil que la justificación de este médico es que la mayoría de los pacientes eran conocidos suyos.

La quinta línea se centró en una farmacia de San Fernando, en la que se detectó que habían estado dispensando gran cantidad de anabolizantes. Las investigaciones posteriores demostraron que no sólo eran para su propio consumo, sino que las facilitaba a terceros en gimnasios. La última línea se centró en la Línea de la Concepción, donde se observó que varias farmacias estaban dispensando gran cantidad de medicamentos anabolizantes y psicotrópicos.