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Sociedad

Whatsapp le hablará a Facebook de ti

Auguran que se rastrearán las palabras clave de las charlas para mejorar la efectividad de la publicidad segmentada Los expertos creen que el sistema de mensajes acabará utilizando las mismas herramientas que la red social

MICHAEL MCLOUGHLIN
MADRID.Actualizado:

Quién sabe si los hermanos Durov, creadores de Telegram (gran rival de Whatsapp), se apresuraron ayer a descorchar un nada barato espumoso de Möet o, en cambio, pasaron una noche de mil demonios sin poder dormir como si se hubieran tomado dos litros de café. La red social Facebook anunció a última hora del miércoles que compraba Whatsapp por 11.700 millones de euros, cantidad de la que solo una cuarta parte será abonada en efectivo y el resto, en títulos bursátiles de la compañía. A estos números hay que sumarles los 2.100 millones adicionales que desembolsará en acciones restringidas que se repartirán en cuatro años entre el medio centenar de trabajadores que la popular aplicación de mensajería tiene en nómina. En total, 13.800 millones de euros (42 dólares por cada usuario de Whatsapp), lo que la convierte en la operación más importante de los últimos años en el gremio tecnológico.

Los mentideros digitales, una vez conocida la noticia, se pasaron las horas a caballo entre la estupefacción y la elucubración por el estratosférico precio desembolsado por los de Menlo Park por una empresa que, a día de hoy, vive de los 0,89 céntimos de euro que pagan los usuarios de iPhone cuando se la descargan y los 0,89 céntimos que abonan anualmente el resto de clientes de otras plataformas. Una comunidad de 450 millones de personas a lo largo de todo el globo que parecen constituir un nutrido yacimiento de datos personales, que se han convertido en el 'oro negro' de gran parte de las firmas de internet. Un debate, el de la privacidad, cuyas sempiternas brasas se han vuelto a encender dibujando una eventual fuga hacia servicios como Telegram o Snapchat, que ofrecen conversaciones encriptadas o autodestrucción de mensajes.

«Si uno hace el ejercicio de ver a lo que está dando acceso a Whatsapp, se da cuenta de la información tan valiosa que está ofreciendo: número de teléfono, contactos, fotografías...», opina María Gómez, directora de privacidad de MindYourGroup, que pone el acento en que la persona de a pie no «es el cliente de Facebook, sino la materia prima». «Alguien dijo muy acertadamente que si el producto es gratis, tú eres el producto», agrega.

Esta analista sostiene que combinando los registros que maneja una y otra plataforma se consigue «un mapa de datos completo» de las personas que componen sus gruesas parroquias. La principal vía de ingresos de la red social, que cerró el pasado ejercicio con 1.500 millones de dólares (casi 1.100 millones de euros) -un 2.700% más en términos interanuales-, es la publicidad segmentada por sexo, edad, gustos, ciudad y barrio en el que vive. Una información que permite «ir directamente a la línea de flotación del público objetivo», con el consiguiente aumento tarifario a los anunciantes, y que ahora se puede ver multiplicada.

Facebook monitoriza en sus dominios incluso las palabras que el usuario escribe en su barra de estado aunque finalmente las borre y no las llegué a publicar. Unas herramientas que Díaz cree que acabarán implementándose en Whatsapp a la caza de ciertas palabras clave en las charlas. «No se trata de saber qué opinas del penalti pitado, se trata de saber que te gusta el fútbol y que eres del Real Madrid para decirte que hay entradas tal fin de semana para ir al Bernabéu», cuenta. «Así, la compra tiene todo el sentido», asevera. Sin embargo, los expertos no creen que esto se traduzca en que a un usuario le lleguen mensajes de publicidad entre conversación y conversación.

«Era una operación previsible», opina Josep Salvatella, socio fundador de la firma especializada Roca Salvatella, «para proteger el terreno, porque Facebook no es un nativo del mundo móvil», comenta este consultor. Muchos analistas y estudios señalaban que las aplicaciones de mensajería instantánea como Line o Wechat, de origen chino y con gran distribución en América Latina; estaban comenzando a sustituir a la red social a la hora de comunicarse con los círculos más cercanos.

El gigante de las relaciones digitales tanteó otras vías durante este tiempo. Creó su propio Facebook Messenger para dispositivos móviles que cosechó más éxito al otro lado del charco que en Europa. En el pasado noviembre, Snapchat rechazaba una oferta de compra de 3.000 millones. «No creo que vayan a ganar muchos usuarios. Es más, muchos de estos perfiles son repetidos. La cosa va por el negocio de los datos», augura Salvatella, quien puntualiza que los responsables de la 'app' «habían renunciado hasta ahora a eso».

«No sabemos si los datos de Whatsapp van a pasar a Facebook o si va a ser al revés», afirmó ayer Francisco Pérez Bes, vicepresidente de la Asociación de Expertos Nacionales de la Abogacía TIC. «No se tendría por qué hacer un mal uso de estos datos, pero las empresas extranjeras no suelen cumplir con las garantías de privacidad en este sentido», aclaró Pérez.