Ciudadanos ha propuesto «tres veces a UPyD sumar fuerzas, pero Rosa Díez no quiere»

Afirma el dramaturgo Albert Boadella que Ciutadans y UPyD deberían «fornicar juntos». Y lo dice alguien que fue cofundador del primero y apoyó en las primeras generales al segundo. La idea se repite como un mantra en la emergente formación política y es compartida por su presidente, Albert Rivera, quien asegura que «Ciudadanos ha propuesto hasta en tres ocasiones a UPyD sumar fuerzas, pero Rosa Díez no quiere». «Más que un problema, se trata de la voluntad de una persona», puntualiza.

En siete años, la formación que lidera ha pasado de ser un manifiesto firmado por una quincena de intelectuales a postularse como tercera fuerza en el Parlamento catalán, con entre 16 y 18 escaños según las encuestas, solo por detrás de ERC y CiU y por delante del PSC. Es consciente de que se trata de un escenario difícil, con el nacionalismo como eje «no solo ideológico sino también en cuestión nacional». Sin embargo, confía en que el «gobierno separatista formado por CiU con el apoyo de ERC ha tocado techo» y podrían perder la mayoría absoluta si se movilizan muchos votos.

«Como tercera fuerza, lideraríamos una propuesta mayoritaria de gobierno alternativo. Para ello queremos hablar con PP, PSC e IU para preguntarles si están dispuestos a sumar en un gobierno que respete la Constitución, no nos divida y trabaje por tender puentes con el resto de España», destaca Rivera, que no esconde su interés en dar el salto a la política nacional.

De hecho, las mismas encuestas auguran para su formación entre 2 y 4 escaños en el Congreso de los Diputados, ocupando un creciente espacio centrista hasta ahora liderado por UPyD.

Un cadáver político

Mientras tanto, Rivera confía en que Cataluña no celebrará el «referéndum separatista» que propone Artur Mas porque «ni siquiera él se lo cree», aunque alerta de las funestas consecuencias que su solo planteamiento tendrá en una sociedad catalana que terminará «dividida en bloques».

«Mas nos lleva a un callejón sin salida. Se ha quedado sin rumbo ni estrategia y se ha convertido en un cadáver político», sostiene. «No es solo que se suicide personalmente, sino que sus delirios nos lleva a todos por delante», concluye el líder de Ciutadans.