La infanta se enfrentó a 1.063 preguntas pero se zafó de la mitad con evasivas
La hija del Rey usó hasta once fórmulas diferentes para evitar dar explicaciones a unas 600 demandas de información del juez, el fiscal o la abogada del Estado
MADRIDActualizado:Fueron exactamente 1.063 preguntas. Ni una más, ni una menos. Y la infanta no dejó de responder a ninguna de ellas, aunque luego se negara a contestar a las acusaciones populares. Pero más de la mitad de esas demandas, unas 600, tuvieron respuestas evasivas.
En realidad muy pocas de las respuestas de Cristina de Borbón, el pasado 8 de febrero en el juzgado de Palma, superan las cien palabras. La imputada solo dio respuestas largas a preguntas intrascendentes, como la de describir su vida de ama de casa cuidando de sus pequeños o en los actos oficiales. El peso del interrogatorio, ante la negativa de Anticorrupción a acusar, lo llevó el juez José Castro, que realizó 806 preguntas. El fiscal Pedro Horrach apenas hizo 121 y la representante de la Agencia Tributaria, la abogada del Estado, se limitó a 136 demandas.
Y las actas revelan que la infanta Cristina fue un verdadero frontón durante seis horas y media. Una roca ante las preguntas del juez, fiscal y abogada del estado. La búsqueda con el programa de Adobe Reader revela que usó no menos de 595 evasivas en once fórmulas diferentes. Aunque en realidad, las respuestas vagas que no puede localizar la informática fueron muchas más.
La escapatoria más usada por la imputada real fue el "no sé". Esas palabras salieron de la boca de Cristina de Borbón hasta en 223 ocasiones diferentes, cuando fue preguntada por cuestiones espinosas como su participación en Aizoon, la empresa familiar usada para desviar dinero público. La segunda evasiva más usada por la hija del Rey para no dar los detalles que se le inquirían fue muy parecida: "no lo sé". Esas tres palabras fueron pronunciadas un total de 189 veces aquel día.
También la imputada recurrió a su supuesta mala memoria sobre los hechos que le han llevado a estar imputada. 59 veces se refugió detrás de la frase “no lo recuerdo". Otras 23 usó la expresión "no recuerdo" y 10 "no me acuerdo". Sus evasivas también se centraron en aparecer ignorante de todo. 58 veces dijo "lo desconozco", cuando las preguntas eran más delicadas.
Sus otras salidas por la tangente fueron usar 9 veces la expresión "no lo sabía"; 7 las palabras "no me consta"; 3 la fórmula "que yo recuerde, no"; "me suena" o "no me suena" la utilizó 13 veces; y 1 la frase "no tenía conocimiento".