Un «golpe de Estado» ante los tribunales
KIEV.Actualizado:«Han traspasado todos los límites llamando a la gente a tomar las armas (.) deben por ello comparecer ante la Justicia», declaró ayer el presidente ucraniano después de mantener una reunión con los principales líderes opositores. Víctor Yanukóvich, que calificó las acciones de la oposición de intento de «golpe de estado», instó a los manifestantes a abandonar el Maidán y las barricadas sin pérdida de tiempo. «Si no se van, significa que dan respaldo a los extremistas y, en tal caso, habrá que hablar con ellos de otra forma», advirtió en un comunicado difundido por la ministra en funciones de Justicia, Elena Lukash.
El líder de la Alianza Democrática de Ucrania por las Reformas (UDAR), el boxeador Vitali Klichkó, negó que nadie haya hecho un llamamiento a tomar las armas. «El presidente ha reaccionado de forma inadecuada (.) con sus acusaciones», afirmó. Según sus palabras, «los que dispararon contra los manifestantes fueron las fuerzas del orden». Por su parte, el dirigente de Batkívshina (Patria), Arseni Yatseniuk, aseguró que Yanukóvich les propuso durante la reunión que se rindieran y se fueran a casa, a lo que respondieron afirmando que «seguiremos con la gente en el Maidán».
Yanukóvich y su homólogo ruso, Vladímir Putin, mantuvieron el martes por la noche una conversación telefónica y, según el portavoz del Kremlin, convinieron que «lo que sucede en Ucrania se asemeja a un golpe de Estado». Al mismo tiempo, Peskov subrayó que Putin «no da consejos» a Yanukóvich sobre lo que debe hacer en su país para poner fin a la crisis. Desde Moscú, en las últimas semanas, se han oído a diputados, especialistas y responsables de distintos niveles sobre la necesidad de emplear la fuerza en Ucrania para acabar con la revuelta.