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Iberdrola limitará su inversión en España por la reforma eléctrica
La compañía centrará el desarrollo de su negocio en Reino Unido, donde localizará el 41% de su formación de capital
LONDRES. Actualizado: GuardarIberdrola limitará sus inversiones en España al mantenimiento de las instalaciones y centrará el desarrollo de su negocio en Reino Unido, donde localizará el 41% de su inversión trienal de 9.600 millones de euros netos, mientras que a México destinará el 23% y a Estados Unidos el 17%, según anunció ayer en Londres su presidente, Ignacio Sánchez Galán.
La presentación de los resultados tuvo un carácter marcadamente político, porque Sánchez Galán achacó la caída de un 7% de los beneficios de la compañía con respecto al ejercicio anterior, hasta los 2.572 millones de euros netos, a un aumento del 99% en los tributos que ha pagado a la Hacienda española como consecuencia de las reformas introducidas por el Gobierno en las tasas sobre generación eléctrica y energías renovables.
El presidente de Iberdrola criticó duramente los cambios en España y afirmó que el efecto de las tasas y la reducción de pagos a las eléctricas para limitar el crecimiento del déficit tarifario tendrá este año un impacto de unos 1.400 millones de euros en sus cuentas. Galán prevé, sin embargo, que la diversificación internacional de la compañía permitirá un crecimiento del 4% anual en su beneficio a partir de 2015.
«Imaginen cuál sería nuestra situación si no fuese por España», dijo a los analistas británicos. En su posterior encuentro con la prensa española, no escatimó reproches a un Gobierno con el que se ve poco -«paso el 90% de mi tiempo fuera», se justificó-, que «carga la factura eléctrica de costes medioambientales, sociales o territoriales» y propone tarifas en tiempo real para las que «no existen ni el número de contadores, ni ordenadores, ni programas para calcularlas». Las tensiones entre las eléctricas y el Gobierno son conocidas y el máximo responsable de Iberdrola resaltó que el foco de su empresa se dirigirá en el próximo trienio a países con regulación predecible y estable. Pero el diario económico Financial Times y otros medios también destacaron la queja de Sánchez Galán por una carta que el ministro británico de Energía, Ed Davey, envió hace diez días al organismo regulador del país, Ofgem.
En esa misiva, el ministro sugería que la investigación anual sobre el mercado energético que realizan dicho regulador y los entes de vigilancia del comercio justo y de la formación de monopolios explore los beneficios, hasta cinco veces mayores, que obtienen las seis grandes compañías energéticas -entre las que se encuentra Scottish Power, filial de Iberdrola- en la venta de gas a los consumidores.
Davey manifestaba su esperanza de que los reguladores contemplen todas las posibilidades de reforma para aliviar esa situación, incluso la parcelación forzosa de empresas, y citaba específicamente a British Gas. La tarifa eléctrica y el coste de la vida son asuntos que también en Reino Unido están en la arena política. Los medios recogían ayer que grandes empresas consumidoras de energía apagan temporalmente sus hornos y agrupan a sus trabajadores en una sala para estar más calientes, debido al alto coste en las horas de tarifa más alta.
Inseguridad jurídica
El análisis de Exane BNParibas sobre seguridad jurídica colocaba a Reino Unido como el segundo país más inseguro en Europa, cuando estaba entre los más predecibles cuatro meses antes. Y España es el primero en el ranking de inseguridad, se quejó Galán, que criticó también a los países europeos en general por una regulación inadecuada que hace que los clientes de Iberdrola en Europa paguen dos veces y media más que en Estados Unidos.
En esas condiciones, la compañía mantiene el ritmo de sus inversiones en Reino Unido, donde tiene en cartera dos grandes plantas de energía eólica marina y una gran red de distribución submarina; en México, cuya regulación elogia y donde es ya el mayor generador; y en Estados Unidos, donde su modernización de la red está en marcha.
La empresa reducirá su plantilla en mil empleos en los próximos tres años, aunque será por evolución vegetativa, hasta quedar en 27.000 trabajadores; rebajará su deuda en 1.800 millones, hasta los 25.000 millones; y aumentará su eficiencia para reducir costes, de modo que se mantenga el beneficio para sus accionistas, que este año, en su propuesta a la Junta General, será de 0,27 euros por título, en metálico o acciones. Sánchez Galán no quiso opinar sobre el próximo referéndum de independencia de Escocia, territorio matriz de Scottish Power.