Sochi 2014

Álex Puente, un olímpico inesperado

El esquiador que forma parte del equipo suizo Steffen-S1 debutó en Sochi con 19 años aunque reconoce que no cuenta con el nivel adecuado

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Álex Puente pasa gran parte de sus días en Suiza. Cerca de Ginebra, el joven que se crió en el Valle de Arán aprende lo que es el esquí de élite gracias a un equipo extranjero (aunque con preparadores españoles). Precisamente, al pie de los Alpes transcurrían sus días cuando le sorprendió la clasificación para los Juegos Olímpicos de Invierno. «No me lo esperaba. Tampoco era un objetivo venir a la Olimpiada. Me lo han dicho a última hora y estoy contento de estar aquí», reconoció antes de salir hacia Sochi. Sin embargo, la llamada en el último momento no esconde unas cualidades innatas para deslizarse por la nieve. «No ha sido difícil», asegura sobre su clasificación.

Pero no se estrenó en el evento con buen pie. Cuando esperaba su turno para la primera manga del gigante el andorrano Joan Verdú sufrió un accidente en la bajada y la salida del español debió aplazarse. Después, el novato aranés perdió la línea en una zona con la nieve muy blanda y se saltó una puerta. Comienzo y descalificación, pero sin tristeza. «No he podido terminar en mi debut olímpico. Aun así ¡estoy muy contento con la experiencia! Me ha costado empezar, pero poco a poco he esquiado mejor hasta que he fallado. ¡El esquí es así!», comentó en su página oficial de Facebook.

El mensaje de optimismo es la extensión del espíritu de Álex Puente. A sus 19 años no transmite ansiedad o nervios por competir. Ha absorbido los consejos de su hermano Eduardo, quien también fue esquiador profesional, y de los entrenadores del Steffen S-1, el equipo suizo con alma española que le instruye en todos lo pasos de su desarrollo. «Para estos Juegos, al ser los primeros los afronto con calma para aprovechar la experiencia y de cara a un futuro hacer un resultado más positivo», explicó antes de subirse en el avión para Sochi. Así, el deportista puede dedicarse a centrarse en su carrera deportiva y cuando quiere apartar su mente de las montañas disfruta con los partidos del Barça de baloncesto o de fútbol.

A Puente le falta una competición en Sochi, en el eslalon gigante, una de las pruebas con más estrellas de los Juegos. El sábado probará sus cualidades. Puede que no consiga terminar su manga, pero no será un fracaso. Ya lo anticipó antes de viajar: «Para mí siempre es bonito participar en una Olimpiada. No es la satisfacción de haber cumplido un objetivo porque hay que ser realista y mi nivel no es para optar a nada, pero hay que aprovechar la experiencia».