La 'era Renzi' echa a andar en Italia

Matteo Renzi ya está en marcha. En menos de una semana ha conseguido que su compañero en el Partido Demócrata (PD) Enrico Letta presente su dimisión como primer ministro de Italia y que el presidente de la República, Giorgio Napolitano, le encargue la formación de un nuevo gobierno. Ayer, en el palacio del Quirinal, el joven alcalde de Florencia, de 39 años, aceptó el mandato de Napolitano «con reservas, por la responsabilidad y sentido de la importancia de este reto», y prometió que pondrá todo su «empeño y energía» para cumplir con él.

Es un hombre impaciente, pero tiene claros los tiempos y las necesidades de su país. Con su prisa característica, decidió acelerar trámites como el traspaso de poderes en Florencia, que realizó ya ayer por la tarde, e iniciar cuanto antes las consultas con todas las fuerzas políticas para conocer cuáles están dispuestas a entrar en la coalición. Pero, según dijo, se lo tomará con calma porque el objetivo es que el Ejecutivo que salga de ella sea sólido y llegue hasta el final de la legislatura, previsto en 2018.

Para ello deberá superar las reticencias que está encontrando tanto entre sus aliados de la derecha como entre sus amigos de la izquierda. En su primera declaración pública tras reunirse con Napolitano, Renzi esbozó un calendario de reformas, a una por mes: en febrero, la de la Constitución y el sistema electoral; en marzo, la del empleo; en abril, la de la administración pública, y en mayo, la del fisco. Un plan de trabajo que debe convencer al Nuevo Centroderecha (NCD) -clave para lograr el apoyo del Parlamento- sin generar divisiones en su propio partido.

Angelino Alfano, fundador del NCD y exdelfín de Silvio Berlusconi, además de viceprimer ministro saliente, no dejó pasar la ocasión de darse importancia. «Somos indispensables para el nacimiento del gobierno. Si decimos no, el Ejecutivo de Renzi dura un día», dijo Alfano, quien aseguró además que no está dispuesto a apoyar un gabinete que «oscile hacia la izquierda», lo que ha provocado el malestar en algunos sectores del PD.