Las claves del atentado fallido que convirtió a Mussolini en un héroe
La historiadora Stonor Saunders reconstruye la vida de Violet Gibson, la mujer que a punto estuvo de asesinar al Duce con un tiro a bocajarro
MADRID.Actualizado:Pudo torcer el rumbo de la historia, pero su nombre solo es conocido por los historiadores. Se llamaba Violet Gibson y en 1926, en la plaza de Campidoglio de Roma, casi revienta de un disparo la cara de Benito Mussolini. Cuando el dictador alzó el brazo para hacer el saludo fascista, ella apretó el gatillo de su revólver Lebel, el arma estándar del ejército francés. Mussolini escapó de milagro al atentado. Su nariz comenzó a chorrear sangre, pero se rehizo. A las pocas horas, con un esparadrapo en la nariz, reaparecía como si nada hubiera pasado ante la junta directiva del Partido Fascista Nacional. Paradójicamente, el atentado le vino de perlas al Duce. Acrecentó el mito de su virilidad y abrillantó su estampa de héroe para millones de compatriotas.
La periodista e historiadora británica Frances Stonor Saunders (1966), conocida por su muy documentada investigación sobre la CIA, se interesó por los avatares de Violet Gibson. Saunders ha escrito un prolija y apasionante biografía de esta aristócrata, hija de un lord, que puso en vilo a Italia. En 'La mujer que disparó a Mussolini' (Capitán Swing), rescata del olvido su figura y su vida.
Aunque la bala falló por milímetros, el intento de magnicidio desató la furia de las juventudes fascistas en toda Italia. Corrió el falso rumor de que la agresora era agente del Comintern y la turba destrozó la Embajada Soviética. Lejos de ser comunista, la frustrada tiranicida ere de cuna aristocrática. Elegante y sofisticada, frecuentó de joven los salones galantes de Dublín. Con 26 años se vio atraída por la teosofía y se convirtió al catolicismo. Le interesaba más alcanzar la santidad, incluso con mortificaciones, que bailar con apuestos muchachos.
Tras el atentado, la corona británica adujo ante Roma que Violet era una demente de «familia notoriamente desequilibrada». Murió el 2 de mayo 1956 en el psiquiátrico donde fue recluida. «Estoy a la vez viva y no viva», dijo poco antes de morir.