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Economia

El cambio del aval a Sacyr en el Canal de Panamá divide al Gobierno

J. A. BRAVO
MADRID.Actualizado:

El conflicto por los sobrecostes de las obras de ampliación del Canal de Panamá, cuantificados por el consorcio en 1.600 millones de dólares (cerca de 1.200 millones de euros), entra en una semana decisiva. Mientras el grupo que lideran las constructoras Sacyr e Impregilo retoma hoy los contactos con las autoridades locales, el Gobierno español tiene otro problema sobre la mesa.

Sacyr ha pedido a la aseguradora pública Cesce que modifique las condiciones del aval que prestó en 2009 vinculado al cumplimiento del contrato del Canal. Dicho organismo cedió garantías escritas por valor de hasta 200 millones de dólares (casi 150 millones de euros), luego criticadas por el Tribunal de Cuentas por el elevado riesgo asumido, y es justamente la mayor (de 173 millones de dólares) la que ahora se reconvertiría en forma de crédito. Básicamente, se reformularía como el aval de un nuevo préstamo -necesario para seguir con las obras-, de manera que si Sacyr no lo pudiera pagar se haría cargo del Estado.

Y eso es lo que preocupa en el Ministerio de Economía, reacio al cambio frente al criterio aparentemente favorable de Hacienda. Como garantía del contrato -su estado actual-, podría llegar a discutirse si, en función de los sobrecostes generados, España podría recuperar parte del dinero comprometido. Por el contrario, como crédito, no habría discusión posible. Eso lo sabe la aseguradora Zurich, que habría de cubrir una fianza de 400 millones de dólares si el consorcio incumple con el Canal. Claro que ese dinero cuenta el aval de varias sociedades públicas de los países europeos implicados (Cesce incluida). Por eso, antes de aceptar reconvertir esos fondos en una línea de crédito a las constructoras, quiere que también los avalistas arriesguen.

Mañana martes vence, en principio, el último plazo de la Autoridad del Canal para llegar a un acuerdo y reactivar las obras. El Gobierno, sin embargo, está dividido y no tomará una decisión hasta final de semana con vistas al Consejo de Ministros.