JUANMA MEDIA LAB

La imagen primera de Juan Manuel Moreno Bonilla en estos días de debutante traslada signos raros. Nueva cara ¿viejas prácticas? La primera impresión es la que cuenta, dicen, y el aterrizaje del nuevo líder del PP de Andalucía merece un análisis, aunque sea amateur y a beneficio de inventario. Este es el tiempo de los 140 caracteres, del plano de 5 segundos, del impacto por inserción. Más que nunca cuenta comunicar y cómo hacerlo.

Veamos. Día 1: primera foto en la sede sevillana de San Fernando con los presidentes provinciales. Algunos se salían de sí mismos, rebosantes de orgullo y satisfacción, y otros escondían el desconcierto o el descontento tras la mueca de la sonrisa forzada. Todos hombres, todos veteranos. Como la imagen previa de los avales, 9.000 en récord cósmico, evidencia la necesidad de demostrar una unidad puesta en cuestión. Le oímos entonces hablar por primera vez. Sonido Arenas, es decir, esa manera de entonar que caracteriza a buena parte de los populares andaluces, quizás producto de un mismo 'coach' o fruto de la imitación inconsciente, como ya pasaba en el felipismo.

Día 2: Reunión con el grupo parlamentario, sólo gráficos, en horas de pleno. Aunque aún no ha sido elegido, ya toma posesión. Javier Arenas, que 'pasaba por allí' al ver el revuelo de medios, no quiere hacer declaraciones, pero las hace. Lleno también de orgullo y satisfacción.

El sábado vimos ya al candidato pisar la calle. Fondo de adoquines brillantes por la lluvia, en un pueblo de Huelva, Cortegana, elegido quizás por no ser ni Sevilla ni Málaga. Sigue sin corbata ni chaqueta, empeñado en transmitir juventud y cercanía. Aunque sin duda su 'barbour' oculta los primeros moratones: el revolcón dado a su curriculum, que obliga a explicaciones de urgencia, airados artículos periodísticos, las presiones para conformar su propio equipo... Su discurso no tuvo el impacto esperado para tanta expectación despertada. Apenas nada se recuerda ya hoy de lo que dijo. ¿Que dimita Susana Díaz? Pues poca novedad, salvo que quiera emular a Aznar y su 'váyase señor González». En todo caso ya lo hemos oído. Estaremos atentos a la estrategia y al proceso de construcción del liderazgo. Será interesante ver hasta dónde se puede, y se quiere, innovar.