Europa defiende a sus creadores
Alemania, Francia o Bélgica han resuelto de distintas formas el conflicto entre los creadores y las grandes compañías tecnológicas España se suma a otros países europeos en la defensa de la propiedad intelectual
Actualizado:El Gobierno dio el viernes luz verde al proyecto de Ley de Propiedad Intelectual. Según apuntó entonces el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, se trata de fortalecer la posición de los creadores, «proteger de forma más eficaz sus derechos y facilitar la transición digital de las industrias culturales y creativas». Entre las novedades que aportaba la modificación, destacaba un punto: que a partir de ahora los agregadores de noticias -y ahí entran plataformas como Google News o Yahoo! News- deberán compensar a los editores.
La nueva norma establece la «autorización con carácter general del uso de fragmentos no significativos de contenidos informativos, de entretenimiento o de opinión por parte de los agregadores», siempre que los creadores perciban «una compensación equitativa». A la espera de los criterios para fijar esa compensación económica que los agregadores deberán abonar, Wert ya ha defendido que la inclusión de este supuesto en la Ley de Propiedad Intelectual la hace «pionera en Europa».
Con la reforma, España se suma a los países europeos que ya habían afrontado el problema. Ahora bien, cabe preguntarse cómo han resuelto el conflicto entre los creadores y las tecnológicas otros territorios de la UE. Bélgica fue una de las primeras en abordar la cuestión. En 2008, los editores llevaron a los tribunales a Google. Aseguraban que la compañía violaba sus derechos de autor cada vez que Google News mostraba fragmentos de sus artículos y el buscador publicaba enlaces a copias de sus páginas. La Justicia dio la razón a los creadores y los de Mountain View tuvieron que retirar los enlaces y contenidos de los medios belgas. En 2012, llegaban a un acuerdo: Google no pagaría por agregar los contenidos de la prensa belga, pero se comprometía a anunciarse en esos medios de comunicación y a aumentar los ingresos de los editores ofreciendo sus herramientas.
Con carácter más general, Alemania aprobó el pasado año una legislación que obliga a buscadores como Yahoo! o Google a adquirir licencias a las empresas editoras si quieren difundir sus informaciones completas. A diferencia de la ley española, esta normativa sí permite la difusión de pequeños fragmentos de textos sin compensar económicamente a los creadores.
Otro caso sonado es el de Francia. Los creadores galos, hartos de que Google se nutriera de sus contenidos, exigieron al Gobierno una compensación al entender que la multinacional generaba ingresos publicitarios gracias a sus contenidos. La solución, sin embargo, no ha sido la que esperaban los editores que querían ser compensados por cada contenido enlazado. La compañía llegó a un acuerdo con el Ejecutivo de François Hollande a principios de 2013 para crear un fondo de hasta 60 millones de euros para financiar la transición de la prensa al entorno digital.
En Italia la solución de la papeleta resultó más bien exótica. En diciembre de 2012, el entonces primer ministro italiano Enrico Letta propuso obligar a las compañías a que se anuncian en internet en Italia a que lo hicieran solo a través de agencias en el país. Da la casualidad de que Matteo Renzi, el joven secretario general del Partido Demócrata italiano y máximo responsable de que Letta ya no esté en el Ejecutivo, aseguró poco después que la norma debía ser eliminada.