Economía espera que la baja inflación impulse el consumo
Los precios caen un 1,3% en enero por las rebajas en el vestido y calzado y los combustibles y la tasa del IPC se sitúa en el 0,2%
MADRID.Actualizado:El Gobierno celebró ayer el bajo nivel de inflación de la economía española, que cerró el mes de enero de 2014 con un aumento del IPC de sólo dos décimas (0,2%) respecto del mismo período del año anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística. El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, estimó que la actual estabilidad de precios permitirá seguir ganando competitividad y «mantener el poder adquisitivo de los salarios y pensiones», lo que fomentará el consumo de los hogares.
Jiménez-Latorre señaló que, tras dos trimestres al alza, el consumo «se va a mantener en la medida que el empleo ha empezado a estabilizarse y, en términos desestacionalizados, ya da signos positivos».
Para el secretario de Estado, este resultado del IPC evidencia «que la cultura de la estabilidad de precios se está consolidando», factor que considera «importante en un contexto de unión monetaria». El número dos del departamento que dirige Luis de Guindos abogó, sin embargo, por «seguir moderando salarios» para aumentar la competitividad de las exportaciones españolas. Explicó que mantener a raya la inflación supone la «corrección de otro desequilibrio tradicional de la economía, que favorecerá la sostenibilidad de la recuperación de la economía y del empleo».
Los precios bajaron en enero en tasa mensual un 1,3%, sobre todo por efecto del abaratamiento del vestido y calzado (-14,9%), por las rebajas. También disminuyeron los precios de los servicios de transporte público (-0,5%); comunicaciones (-1,5%), especialmente por el abaratamiento de los servicios telefónicos, y ocio y cultura (-2,1%). Por el contrario, subieron los alimentos y bebidas (0,4%), por las subidas del pescado fresco (6,7%), debido a que el temporal impidió a la flota faenar muchos días; frutas frescas (1,4%) y crustáceos y moluscos (1,9%).
Jiménez-Latorre descartó que haya riesgo de deflación, porque la inflación subyacente (que excluye del cálculo los elementos más volátiles como la energía y alimentos frescos) permaneció estable en el 0,2%.