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FÚTBOL | primera división

El Atlético se revitaliza en cinco minutos

El equipo de Simeone se aprovecha, sin esfuerzo, de la debilidad de un Valladolid que no fue rival en el Calderón

AMADOR GÓMEZ
MADRIDActualizado:

Se acabó la mala racha del Atlético, obligado a levantarse ante el Valladolid y revitalizado en sólo cinco minutos. Después de tres derrotas consecutivas sin marcar un gol y de provocar de nuevo el pesimismo entre su afición, el equipo de Simeone se aprovechó de la debilidad del rival y, en un arranque pleno de efectividad, se encargó de sentenciar a un Valladolid que no tiró a puerta en todo el partido y encajó dos de los tres tantos a balón parado. En sólo dos minutos, una jugada ensayada y una vaselina tras un balón en largo permitieron que el Atlético afrontase un partido muy plácido para continuar en su pelea por la Liga y comenzar a pensar en el duelo europeo del próximo miércoles en San Siro.

Era difícil augurar un encuentro tan cómodo con la ansiedad y la presión con la que afrontaban el choque los rojiblancos después de su doloroso tropiezo en Almería y el varapalo de la Copa, pero la eficacia y necesidad del Atlético, y las facilidades del Valladolid, se encargaron de acabar muy pronto con cualquier atisbo de emoción y sufrimiento local. En cinco minutos murió el Valladolid y resucitó el 'Atleti', otra vez protagonista de un duelo muy aburrido pero práctico. Su plan no tenía secretos. Se trataba, como no podía de ser de otra manera en el Calderón, de ir desde el pitido inicial a por el partido y encarrilar lo antes posible la victoria para después echarse atrás, dejar jugar al Valladolid e intentar dar otro golpe al contraataque. Ante un enemigo con tantísimas limitaciones y derrotado y hundido anímicamente casi sin haber tocado el balón, no hubo partido.

Una acción de estrategia rojiblanca culminada por Raúl García y un error del portero del Valladolid, que se quedó a media salida ante Diego Costa, bastaron para resolver tan desequilibrado enfrentamiento. El balón parado, los contraataques y la presión siguen dando resultados, y también la presión y consistencia táctica del conjunto de Simeone, que sin embargo en esta ocasión no precisó demasiado para continuar en lo más alto y empujar un poco más al Valladolid en el fondo de la tabla. Marcó tres el Atlético y no pasó ningún apuro atrás, pero sin ninguna brillantez y también sin esfuerzo, pudo conseguir otro par de ellos, porque Mario Suárez cabeceó al larguero poco antes del 3-0 y Godín falló otra clarísima ocasión cuando ya agonizaba un partido de un solo color. Sus habituales recursos le permitieron ya mediado el primer tiempo aflojar el ritmo, jugar a medio gas y, a ratos mandar y a ratos dejarse dominar, por un contrario sin fe ni energía. Fue el mejor bálsamo para callar bocas y para que el Atlético se recuperase moralmente con vistas a lo que le espera la próxima semana en la 'Champions' contra el Milan.