Andalucía, Cataluña y Extremadura votan contra la reforma del aborto

El debate sobre el aborto está provocando un tráfico de alianzas más que curioso. Unas relaciones puntuales y estratégicas que confluyen en mostrar su rechazo a los planes de Alberto Ruiz-Gallardón de modificar la ley del aborto de 2010. En este ir y venir de intereses destaca Izquierda Unida, capaz de votar a la vez una proposición del Partido Popular y otra del PSOE en la Asamblea de Extremadura. Eso es lo que sucedió ayer, cuando los compañeros de partido del ministro de Justicia sacaron adelante su propuesta en la que instan al Gobierno central a abandonar el proyecto y «buscar el consenso» con el resto de los partidos.

Esta propuesta de pronunciamiento obtuvo 35 votos a favor, 28 en contra y dos en blanco e instaba a Ruiz-Gallardón a «abrir un proceso de diálogo y debate con otras fuerzas políticas que conduzca a una regulación de la interrupción voluntaria del embarazo más consensuada y acorde con la sociedad actual». Un acuerdo, según explicó la diputada Rosa Romero, que no se debe caer en «errores del pasado», como la aprobación «sin consenso» de la ley de 2010. Este punto en concreto fue el que impidió que los dos partidos mayoritarios estuvieran de acuerdo. El PSOE quería, simplemente, que no se cambie nada porque ya es lo suficientemente «equilibrada». Logró sacar adelante su riña al Ejecutivo central por 33 votos a favor y 32 en contra.

Izquierda Unida fue la que ha permitido que la Asamblea regional saque adelante los dos textos. La coalición, que permite que José Antonio Monago gobierne en la comunidad, apoyó los dos textos pero con muchos matices. Si pudiera, como explicó el diputado Víctor Cascos, sólo votarían «algunas frases» de las dos propuestas ya que están en contra de las dos. Incluso argumentó la postura de IU en que cualquier acción parlamentaria es buena si se consigue «dividir al PP».

Rechazo en Barcelona

Mientras el juego político terminaba en Mérida, una segunda parte comenzaba en Barcelona. El Parlamento de Cataluña instó al Gobierno central a retirar el anteproyecto de ley del aborto. La moción salió adelante con el apoyo de Convergència, ERC, PSC, ICV y CUP. Unió y el PP se opusieron y Ciutadans se abstuvo.

Como en la resolución en el Congreso de los Diputados, CiU dio libertad de sufragio a sus diputados y una vez más se registró la división en la federación nacionalista por un motivo de conciencia. Así, con 91 votos a favor y 31 en contra, la Cámara catalana defendió el derecho de las mujeres a adoptar libremente decisiones que afectan a su vida sexual y reproductiva y reconocer la capacidad de las mujeres a decidir plenamente sobre su embarazo. El Parlament catalán aprobó además iniciar los trabajos para estudiar el establecimiento de un marco normativo propio a escala autonómica en materia de interrupción voluntaria del embarazo e instó, a propuesta del PSC, a que la Generalitat se emplee en todas las instancias, tanto en Europa como en el conjunto nacional, para evitar la tramitación de la 'ley Gallardón'.

A estas dos comunidades se les unió Andalucía, que también solicitó el mantenimiento de la ley de 2010 y la «retirada» del proyecto del gobierno de Rajoy. La moción salió adelante con los votos a favor de los socialistas y de IU, mientras que los diputados andaluces del PP votaron en contra.