Cospedal sigue sin hablar con Moreno pese a ser el futuro líder del PP andaluz
El secretario de Estado de Igualdad resta importancia al silencio de la número dos de los populares y lo achaca a su «complicada agenda»
MADRID.Actualizado:Disuadir a los que aseguran que el 'dedo divino' de Mariano Rajoy decantó la balanza a su favor frente al preferido de María Dolores de Cospedal se ha convertido en la primera misión de Juan Manuel Moreno Bonilla, secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad y único candidato a presidir el PP de Andalucía. La tarea se antoja ardua. Tres días después de que Carlos Floriano, vicesecretario de Organización del PP, comunicara a Moreno que tenía el respaldo de la dirección nacional, Cospedal aún no se ha puesto en contacto con el futuro líder de los populares andaluces, una organización regional clave para el futuro electoral del propio Rajoy.
Un sector de la cúpula popular interpreta este significativo silencio como una escenificación del disgusto de la secretaria general del PP por la elección de un hombre que ha trabajado de manera estrecha y en diferentes etapas con Soraya Sáenz de Santamaría y con Javier Arenas, en detrimento de su apuesta por José Luis Sanz, secretario general del PP andaluz.
Moreno intentó quitar hierro al silencio. Aseguró que su relación con la número dos del partido es «fluida, cordial y de amistad» y negó que exista problema alguno entre ellos. Achacó a la «complicada agenda» de Cospedal esta aparente falta de interés por ponerse en contacto. Tampoco consideró grave que fuera Floriano quien le comunicara el aval de la dirección nacional del PP, en realidad de Rajoy, a su candidatura «porque es el vicesecretario de Organización quien suele encargarse de este tipo de cosas». Negó, en cualquier caso, que Floriano le informara de que era el elegido, sino que le trasladó que si le ilusionaba asumir ese reto que «tirase para adelante».
Moreno, que insistió en que su referente político es Rajoy y que tiene buenas relaciones personales tanto con miembros del Gobierno como del partido, pretende marcar territorio desde el principio. «Yo me represento a mí mismo y tomo mis propias decisiones», manifestó.
La dirección nacional también se ha puesto manos a la obra para apuntalar la imagen de unidad. Esteban González Pons, vicesecretario de Programas del PP, arguyó que el futuro líder del PP andaluz era tan candidato de Rajoy como de Cospedal e insinuó que es imposible que el partido tome una decisión de este calado sin el visto bueno de la secretaria general. A juicio de Pons, resulta irrelevante con quién habla o con quién no habla Cospedal. «Lo importante es que, después de sopesarlo durante mucho tiempo, el partido ha consensuado que el mejor candidato para Andalucía es Moreno Bonilla», acotó.
Javier Arenas, al que la parte supuestamente perdedora en este pulso le otorga el papel de muñidor del éxito de Moreno, insiste en que él se ha mantenido en un segundo plano durante todo este proceso de selección y niega cualquier tipo de pulso entre facciones. El expresidente del PP andaluz, no obstante, recalcó ayer que a partir de ahora el PP irá por el buen camino porque con Moreno se va «a consolidar mucho la unidad dentro del partido», que debe «dedicar el cien por cien del tiempo a los andaluces y no a cuestiones internas».
Dudas
La cúpula del PP, sin embargo, no puede borrar de un plumazo los meses de tensión que ha vivido la formación en Andalucía a cuenta del relevo de Juan Ignacio Zoido. Los tiempos de Rajoy han vuelto a sacar de sus casillas a más de un dirigente. Tampoco favoreció la imagen del partido los dos frenazos en seco que dio el presidente del PP al enterarse de que Zoido pretendía hacer oficial la candidatura de José Luis Sanz, que es la persona que más ha perdido en este oscuro episodio.
La polémica suscitada por este proceso de selección ha vuelto a encender las críticas del sector del partido que, en privado, mantiene que la doble condición de secretaria general y de presidenta de Castilla-La Mancha perjudica al partido. Se trata de un reproche intermitente, que suele emerger cada vez que surge un conflicto, y que se fundamenta en que a un partido con 800.000 militantes y que, además gobierna el país, hay que dedicarle más horas de despacho que las que, por su cargo institucional, puede dedicarle Cospedal. Entienden que con la opción de Moreno, Rajoy ha puesto en evidencia el verdadero poder de su número dos.
Los defensores de la secretaria general niegan la mayor. Recuerdan que hace un año le atacaron por la gestión del 'caso Bárcenas', que ahora lo hacen con Andalucía y que mañana hablarán de crisis en el PP vasco. «Lo que algunos no pueden soportar es que Rajoy confía plenamente en Cospedal», apostilla uno de sus fieles.